Viernes 26, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

No hay que creer ni dejar de hacerlo

Editorial

Actualmente, en las redes sociales se ha desatado una moda: una persona le cuenta a otra que quisieron robarle ya sea a uno de sus hijos o a un pequeño que tiene a cargo. Lastimosamente, a fin de cuentas y tras toda la alharaca que hace la gente de compartir esto, nadie sabe a ciencia cierta si dichas historias son reales, porque nunca se conoce bien a las presuntas víctimas.

Lo más alarmante de estos mensajes es que dicen que los niños son usados para explotarlos o para sacarles sus órganos, situación que del todo no sería nueva en Costa Rica o en Centroamérica, donde se han dado casos, por eso no se puede descuidar a los más pequeños de la casa, ya que desconocemos las intenciones de ciertas personas.

Por lo anterior, cuando veamos este tipo de cosas, tenemos que hacer lo que decían los abuelos: ni creer ni dejar de creer, pero sí tomar las previsiones necesarias para evitarnos un susto.

Andar despabilados, si se ven carros o personas en actitudes sospechosas lo mejor es buscar resguardo, ya sea en un centro comercial donde hay oficiales de seguridad, en alguna delegación de la Fuerza Pública y tratar de llamar a alguna persona que nos permita llegar a un lugar seguro.

Precisamente por esto las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hicieron una conferencia de prensa para dar a conocer que estas alertas son falsas, pero de ninguna manera podemos descuidar a los más pequeños del hogar, porque hoy en día uno ve cosas que hasta se le para la peluca. 

Muchas veces se ve mamás quejándose de por qué les pasan cosas a sus hijos, sin ponerse a pensar que precisamente el modo en que ellas actuaron los puso en ese riesgo o los expuso a ser víctimas de algún delito, como le sucedió a Yerelin, una niña de la cual aún hoy se desconoce su paradero. Sin embargo, su mamá, a pesar de las múltiples advertencias de que corría peligro al estar cerca de cierta persona, ella se hizo de oídos sordos y hoy llora precisamente por esta negligencia e incluso tuvo que enfrentar a la justicia por sus acciones.

Basta con ir a un parque o a un centro comercial para darse cuenta de que ciertos encargados de menores realmente están en nada, algunos porque ni cuenta se dan de lo que hacen los niños, ya sea por estar conversando con otras personas o con el mal de la actualidad, pegados al teléfono, tanto así que no se fijan en nada de lo que sucede a su alrededor. 

Precisamente por situaciones de este tipo es urgente que autoridades como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) tomen cartas en el asunto, para ver si estos casos ocurren por negligencia y si los padres están capacitados para encargarse de sus pequeños. 

Para un progenitor deber ser doloroso que le quiten a un hijo, pero tal vez esta mano dura por parte de entidades estatales haga que la población tome conciencia de que los niños se cuidan, pero sobre todo se protegen, porque son seres indefensos.

Quienes tienen hijos saben que no se debe juzgar a nadie, pues con los niños en minutos puede pasar cualquier cosa, pero sí podemos pedirles a otros padres que no descuiden a sus retoños, que no los dejen solos ni mucho menos al cuidado de personas que no estén capacitadas. 

Y para aquellas que ya no son tan niñas, es importante que ni en broma, ni por darle un dolor de cabeza a sus padres, desaparezcan sin decir a dónde van o con quién van a estar, esto porque el 95% de las denuncias corresponden a adolescentes entre los 13 y los 17 años que precisamente no estaban ni secuestradas, ni retenidas contra su voluntad.

Más bien, muchos de estos casos están relacionados con menores que tienen parejas mayores que ellas, con las cuales se escapan sin medir las consecuencias y las preocupaciones que les pueden generar no solo a sus papás y allegados sino a las autoridades que destinan recursos para buscarlas con tan mala suerte de que luego aparecen campantes, diciendo que fue que se les olvidó avisar o que se quedaron sin batería en el celular.

Lejos de la preocupación que puede generar el que se pierdan, no debemos obviar el gasto en que incurren las autoridades para buscarlas, porque no se moviliza una o dos personas, son varias patrullas y decenas de policías, además de especialistas en búsqueda de personas.

Cuando se compruebe que estos casos se dan por descuido de los familiares, deberían cobrarles a estos todo el despliegue, tal vez de esta manera los padres de familia estén más pendientes de sus hijos.

Y, por cierto, resulta muy atinado lo que dice el expresidente uruguayo José Mujica: “Hay cosas que tienen valor cuando se pierden”, la seguridad es una de ellas, por eso no podemos dejarla en manos de terceros, todos tenemos que aportar nuestro grano de arena. 

Padres o encargados debemos estar vigilantes para no brindarles margen de acción a quienes buscan robar niños, pero tampoco dar chance a estos de salir del hogar si no van acompañados de un adulto responsable y de confianza.

 

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 16 Septiembre, 2019

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA