Educación dual y otras ocurrencias de gente vagamunda
Jaime Flores
No es que estas ocurrentes personas no tengan trabajo importante para realizar o intentar hacer. No es que tienen derecho a recibir un excelente salario o dieta para que estén con sus lujosos zapatos de marca, encaramados en los escritorios bostezando, esperando los turnos de café y almuerzo o pegados a sus celulares o en internet distrayéndose animadamente, mientras sus obligatorias funciones duermen el sueño de los justos. ¡No! Resulta que no es así. Pero en vez de cumplir con sus deberes laborales, para colmo de males y desgracia para el país, sus mentes poderosas, desocupadas y perezosas comienzan a divagar e inventar proyectos idealistas de pacotilla.
Algunos por encargo de sus eminentes y alienados superiores jerárquicos o si no para hacer creer a todos los que les pagamos sus onerosos salarios que están muy empunchados, sudando la gota gorda, en sus dificilísimas funciones públicas. Esta vez, o una, o varias de estas mentes iluminadas, se les ocurrió jalarse un proyectito, para que sirviera de mamparota de humo, muy similar o emulando a las tormentas de arena del Sahara que ahora nos están llegando y que por cierto están de moda, para igual a estas molestas polvaredas, dedicarse a causar el mayor daño posible a la población, en este caso sui generis: contra la golpeadísima comunidad estudiantil y su profesorado y a favor como siempre de los ricos empresarios que se atiborran y nunca se llenarán con nada. Como quien dice: matando dos pájaros de una sola pedrada. Así, sin intentar darle fama a nadie, que de por sí, ya ni la necesitan; diremos que cuando don José Figueres, no el hijo que con sus codos borró todo lo bueno que hizo su padre con sus tequiosas y valiosas manos e ideas, desde luego en cooperación y apoyo de don Manuel Mora, don Benjamín Núñez y del Dr. Calderón Guardia, sin meter tampoco a su hijo que en su administración actuó igual que don Chema; y muchos otros patriotas que incluso dieron sus vidas en 1948, pero sobre todo por la valentía y presión ejercida por el humilde pueblo de ese entonces. Don Pepe, sabií y astutamente disolvió el ejército, envió a los soldados a sus cuarteles y otros a ser policías, e inició la creación del mejor ejército del mundo, formado por maestros y estudiantes y una gloriosa falange de médicos y gentes valiosas para la floreciente II República.
Este bellísimo ejército de buscadores del conocimiento, la cultura y la identidad de una nación, vanguardia insustituible en cualquier país que busca progresar pacíficamente, ahora está en franco peligro, por la amenaza del dizque proyectito de marras, que los antes dichos mentecatos ignorantes, según ellos, quieren instaurar de un solo acto, obligatorio, casi violento, estúpido, desagradable y de insolente manotazo, destruyendo de antemano por mandato del maldito neoliberalismo que los deslumbra, que de paso está agonizando en todas partes, derrotado por la misma lucha de contrarios que lo consume desde sus mismas entrañas; intentando sacar a los estudiantes de sus sagrados centros educativos, para sencillamente engañarlos y esclavizarlos vergonzosa y descaradamente, generando más, del de por sí creciente e indetenible desempleo que está sufriendo el país, generando más pobreza, hambre y la consabida violencia delincuencial que produce esta penosa situación social.
No es esta equivocadísima política educativa ni siquiera parecida a quitar tierra de un lado dejando un hoyo, para tapar un hueco en otra parte. Esto que aquí pretende el gobierno actual es un robo descarado de fuerza laboral infantil-adolescente, para enriquecer aún más a los empresarios más ricos del país, que ni siquiera quieren pagar impuestos. Es un hecho que nuestra sociedad no permitirá la implementación legal de estos sendos injustos y vergonzosos adefesios sociales, que no tienen que ver nada con un sistema educativo actualizado que tanto nos urge implementar; proyecto de ley, mal llamado educación dual, de baños neutros y de otras verdaderas locuras perniciosas, que traen estas tormentas de polvo nocivo, como lo son, la ocurrente y desequilibrada idea de los baños compartidos. Ya todos sabemos que ni los anteriores gobiernos y menos el actual han querido resolver el atraso de nuestro obsoleto sistema educativo trabado aún entre el conductismo y el constructivismo de siglos pasados, mientras otros países se manejan en sistemas modernísimos y magnificentes.
No ha querido ninguna administración pública entrarle al creciente deterioro de toda la infraestructura educativa, que se cae a pedazos encima de los estudiantes y docentes. No quieren quienes detentan los poderes públicos del país que el estudiantado salga verdaderamente de la ignorancia y de la alienación que obliga el sistema político neoliberal, que todavía patalea en su inminente muerte y no quieren que los ciudadanos se enteren de que el sistema de explotación del hombre por el hombre y de la libertad de comercio, con su desgastada, obsoleta y desdichada por siempre, formulucha mágica de la oferta y la demanda colapsó; por lo que no les queda más a las élites dominantes que zocarles la faja a los pobres por enésima vez, pero en esta ocasión ya desesperada, con la prisa por salvar su maldito sistema económico, cada vez más excluyente, lo intentarán realizar tensando, hasta alcanzar el último hueco de la faja o del cinturón y si no tendrán que hacerle un nuevo orificio en la correa, con un alambre caliente o algún clavo al modo antiguo, para que encaje el pin o pestillo de la hebilla y que los pantalones no se caigan.
Así si la cincha no soporta la presión que se le ejercerá, terminará por reventarse y eso es justamente lo que está a punto de ocurrir con nuestra vetusta y maltratada economía. Insisto, hay que tomar al toro por sus cuernos y someterlo, pero eso solo se logrará si el gobierno-Estado-República legisla con un poquito de inteligencia, con verdadera justicia social, pero sobre todo en materia fiscal y les cobra a los ricos los impuestos en forma correcta, valiente, enérgicamente y en paridad con los pobres y no seguir cooperando con ellos para que llenen más y más sus tilintísimas barrigas que nunca se romperán. No podemos seguir tolerando más gobiernos servilistas y alcahuetes del gran capital, cegado por la pecaminosa, incontrolable e ignominiosa codicia que les rige su razón de ser y su inexorable terrible destino, de esclavizante persecución del dinero y su riqueza, cada vez más concentrado, cual cubito de pollo sazonador y por gente descorazonada, que prefieren hundirse que ceder, aunque sea unas pocas migajitas, con las que el pobre está acostumbrado lastimosamente a sobrevivir, para intentar salvar en estos apremiantes tiempos, a nuestro amado país de las turbulencias, huracanes y tormentas de oscuridad que se acercan desde todos los rumbos, sobre todo cuando nuestra sociedad esperaba un acto de cordura en el Ministerio de Educación, lo único que han hecho estos poderosos y altaneros caballerangos fue con pésimo uso de la astucia política, cambiarnos el ministro y sin limpiar los regueros y el desorden que aquel iluso dejó, simplemente, intentando tomarnos del pelo para darnos atolillo con el dedo, en su idea de que este pueblo es un ignorante que no merece ningún respeto: Nos imponen a una dama titiritesca sin poder de criterio propio, con la orden de continuar los desaciertos que le habían encomendado al anterior jerarca, dejando incólume, todo el desastre que se había causado y por lo que los educadores, estudiantes, padres de familia y hasta mi abuela centenaria, con su andadera y todo, estaba en las calles protestando.
Entonces, si la cosa es como es y van a seguir así, que mejor ni se queje nadie y que siga esta escandalosa y desdichada pachanga, montada mientras terminamos de tragarnos el amargo plan fiscal y motivada por las cabezonadas y la prepotencia del gobierno; sea esta protesta calificada o conceptualizada por otros vagamundos, como manifestación social o política, que pal caso será lo mismo y el nombre que tenía o el que le están inventando ahora no tendrá incidencia de ningún tipo, en las presentes luchas populares.
