Winston Flores, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela, visitó las instalaciones de DIARIO EXTRA para conversar con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de El Periódico del Pueblo, sobre su situación política luego de que el régimen de Nicolás Maduro lo acusara de terrorismo y otros delitos tras la conocida Operación Libertad encabezada por el presidente encargado Juan Guaidó.
Flores aseguró que Venezuela está dominada por una narcodictadura, donde hay personas con mayor peso que el propio Nicolás Maduro.
Para que los lectores lo conozcan más a detalle, cuéntenos sobre su papel en la Asamblea Nacional de Venezuela y su vida política allá.
-Yo fui electo en diciembre del 2015 para un periodo de cinco años, hasta el 2020. Soy parlamentario del Parlasur. Fui electo por una provincia que se llama Vargas junto al presidente encargado Juan Guaidó, somos del mismo Estado, compañeros de partido. Soy de Voluntad Popular. Pertenezco a la Comisión de Política Interior relacionada con temas de derechos humanos. También estoy en el Parlasur en la Comisión de Derechos Humanos y Ciudadanía. Soy médico de profesión y hace tres semanas el régimen de Nicolás Maduro me allanó la inmunidad parlamentaria acusándome de terrorismo, asociación para delinquir y una serie de delitos más. El Tribunal Supremo de Justicia, que dicho sea de paso no reconocemos, allanó mi inmunidad y la de otro grupo de compañeros.
¿Esta situación fue una consecuencia de la Operación Libertad?
-Sí.
¿Cuál fue realmente su papel ahí?
-Fui el jefe de la Operación Libertad en Caracas y el Estado Vargas. Tenía al frente todo lo que era la operación de movilización, articulación y comunicación de la ciudadanía para sacarlos a la calle. La Operación Libertad fue concebida producto de lo que nosotros llamamos organizar a la gente para la protesta en las calles. Organizarla para poder comunicarnos entre nosotros. Organizarla para poder decirle dónde iban a ser las actividades y para trabajar la movilización ciudadana sin previo aviso, de inmediato. Tener un tejido social bien importante para que con un simple mensaje estuviéramos en las calles, porque no tenemos medios de comunicación, ni forma de articular a la gente, y eso era parte de esta Operación Libertad. Esa fue la fórmula que el presidente Juan Guaidó propuso para lograr la primera fase de la propuesta de la Asamblea Nacional, que era el cese de la usurpación. La finalidad era que con la presión de la gente en la calle y la protesta continua lográramos el cese de la usurpación.
Pero el régimen vio eso como terrorismo y supuesto golpe de Estado.
- Quien usurpa el poder, quien le dio un golpe de Estado a la Constitución Política y quien es un delincuente es Nicolás Maduro, no la Asamblea Nacional, no el presidente encargado Juan Guaidó, no los parlamentarios. Nosotros lo que queríamos era restituir la Constitución Política, que ha sido violentada. No existe por ninguna forma un Estado de Derecho en Venezuela y ese Estado de Derecho solo se puede lograr con el cese de la usurpación. Maduro no es presidente de Venezuela porque invocó unas elecciones el 20 de mayo anterior de forma ilegítima, donde la abstención en esa elección fue del 90% de venezolanos. Además, donde se utilizaron estrategias como la inscripción de un supuesto candidato de oposición para hacerle ver al mundo que esas elecciones fueron legítimas.
¿Qué cuota tuvo realmente el ejército en la Operación Libertad? ¿Por qué en algún momento pareció que apoyaban a Guaidó y de pronto no?
-Una de las personas que estaban colaborando con la Operación Libertad dentro del tema institucional de los militares era el general Cristopher Figuera, que era el director de la policía política llamada Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), que es donde están los presos políticos, donde se tiene documentado que utilizan la tortura en el recinto conocido como La Tumba. Él era el director de ese cuerpo tan importante que nosotros logramos penetrar, y que ellos se sumaron al llamado institucional del presidente Juan Guaidó. Este general había establecido conversaciones con Padrino López (ministro de la Defensa) y con el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, para lograr una negociación donde se le pidiera la salida de Maduro del país y así lograr el cese de la usurpación y con ello la consiguiente transición.
¿Cómo iba la negociación? ¿Qué pasó?
-Ellos tenían una negociación que estaba avanzada, pero que por razones estratégicas se mantuvo muy en secreto, y por eso es que el 30 de abril se da la aparición de Juan Guaidó acompañado por militares de la Guardia Nacional esperando la respuesta de Padrino López y de Maikel Moreno. La idea era que aceptaran el proceso de transición, de reconocimiento al presidente Guaidó y que se iba a procurar de manera pacífica la salida de Maduro al exterior, a un país donde se le iba a otorgar un asilo.
¿Por qué se truncó ese pacto?
-Unas horas antes de lo que todos vimos, hubo un cambio de actitud por parte de Padrino López y del presidente del Tribunal Supremo Justicia. Ellos estaban dispuestos a sacar a Nicolás Maduro, pero no a reconocer a Guaidó. El poder lo querían ellos.
Entonces hay una organización detrás de Maduro, que realmente manda.
-Efectivamente. Maduro no tiene poder. Venezuela enfrenta lamentablemente de una narcodictadura. Aquí todo el mundo tiene una isla y un poder. Por ejemplo, quien está metiendo presos a los diputados y quien manda a quitar las inmunidades es Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela), no es Maduro porque Diosdado Cabello es al parecer el jefe del Cartel de Los Soles, que maneja el narcotráfico allá. También tiene una gran cuota de poder Tareck El Aissami, exvicepresidente de Venezuela, y el fiscal general Tarek William Saab. Incluso está la esposa de Maduro, Cilia Flores.
¿Qué papel juega Rusia en esta narcodictadura, como usted le dice?
-Venezuela es víctima del juego geopolítico internacional. Los rusos encontraron en Venezuela una fórmula de presión en contra de Estados Unidos. ¿Cuáles son esas razones? Siria, Ucrania, países donde Estados Unidos ha tenido una participación bastante fuerte junto con la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Se supone que estas grandes potencias tienen un acuerdo tácito no escrito, pero un acuerdo muy diplomático para que nadie mee el patio trasero de nadie. Para los rusos que los americanos estén en su patio trasero (Siria, Ucrania, Odessa, Afganistán) no es de recibo. Putin encontró así una barajita de cambio para hacer presión y lamentablemente es Venezuela. Los chinos en realidad lo que tienen es un juego económico en Venezuela, pero los rusos tienen una carta depresión política en Latinoamérica.
Entonces los rusos no ayudan ni siquiera económicamente al régimen, ¿o sí?
-No, el papel que juegan es cobrarles facturas a los americanos, pero además es darles un piso a los delincuentes para que el mundo vea que tienen el apoyo de dos potencias mundiales como lo es China y Rusia.
¿Entonces es por el reconocimiento que recibe el régimen?
-Sí, pero además es por el peso que tienen estas naciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Aunque también hay que decir que ha habido un giro en el apoyo que le da China al régimen.
¿Se refiere a las declaraciones sobre un llamado a elecciones? ¿Por qué ese giro?
-Sí, el último mensaje que hicieron los chinos fue decir que Venezuela debía resolver sus problemas a través de unas elecciones y la razón del por qué le están bajando el piso a Maduro es porque los chinos ya han cobrado el 90% del dinero que han puesto en Venezuela, y del petróleo que les correspondía. Una parte era para ellos, otra para los rusos.
¿Cuál es el papel en específico de los rusos en Venezuela?
-Los rusos lo que tienen es un papel político de querer establecer la supremacía con los norteamericanos.
Si nos regresamos al momento en que Guaidó se acercó a la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, conocida como La Carlota, ¿no creen ustedes que fue poner en evidencia el plan, alertar sobre las negociaciones?
-El presidente Guaidó no era el que tenía la interlocución con Padrino López y Maikel Moreno, era el general Cristopher Figuera. Otro punto importante es que también estaba concebido que a través de la liberación de Leopoldo López y de la presencia de más de 70 militares junto a Juan Guaidó se diera un efecto dominó que estaba siendo trabajado desde las instancias internas, a través de militares que están colaborando y que se diera por lo tanto un efecto no de levantamiento, pero sí de que las fuerzas armadas le exigieran a Maduro la salida. Estaban en juego dos cosas, uno una negociación que estaban llevando los mismos chavistas entre ellos mismos para evitar una matanza, y dos que el efecto mediático y la convocatoria de los venezolanos en la calle con Juan Guaidó y esos militares institucionales diera por lo tanto un efecto dominó de quiebre interno y que se lograra por lo tanto que la Operación Libertad tuviera éxito en lo inmediato.
¿En el momento en que Guaidó llegó a La Carlota los militares estaban del lado de él?
-Sí, pero también conocemos que instantes después hubo presiones internas y los rusos metieron mano. Hay que recordar que el delincuente cuando uno lo tiene acorralado más fiera se vuelve. Aquí lo que pasó fue que las garantías que estaban esperando Maikel Moreno y Padrino López se les podía dar hasta cierto término, pero que ellos empezaron a subirla. En ese momento de tensión, sale la convocatoria, la gente se tira a la calle, empiezan los militares con bombas lacrimógenas y luego fue una locura la represión y la manera con que actuaron por no obtener todo lo que pedían.
¿Ustedes ven como un fracaso la Operación Libertad?
-No lo vemos como un fracaso porque al final del día si no se hace nada y se cae en la inercia, ese factor te va comiendo y te va arrastrando. La gente en Venezuela tiene por naturaleza la desesperación, dado a que no tienen comida, no tienen trabajo y te exigen en la calle que tomes posiciones y acciones contundentes. De hecho, aunque Juan Guaidó tiene aceptación por los venezolanos, el hecho de que no hayamos logrado el éxito, el cese de la usurpación hace que la gente se enfurezca.
¿Cuál es su situación luego de que le levantaran la inmunidad y lo acusaran de terrorismo? ¿Regresará a Venezuela?
-Si voy a Venezuela me detienen.
¿Qué va a hacer?
-En estos momentos tengo una gira internacional, visitando varios países. Voy a ir a una cumbre internacional en Medellín. Voy a ir a España. Estamos denunciándole al mundo el tema de la persecución política que está realizando el régimen de Nicolás Maduro, porque esto responde al plan de anular la Asamblea Nacional.
¿Qué pasa con sus compañeros que también fueron acusados?
-Edgar Zambrano, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, está desaparecido. Fue secuestrado. Se supone que está en un fuerte militar metido. En estos momentos ni su hija ni su familia lo han visto. Hay otros que están detenidos. Uno está en el Sebin. Hay otro en la Embajada de México, esto hay que resaltarlo porque en algún momento se cuestionó al presidente Andrés Manuel López Obrador como un simpatizante de Maduro y aquí está demostrando todo lo contrario.
¿Qué ocurre con los demás, porque son 14?
-Hay otros que están en la Embajada de Italia y en la de Argentina y Brasil. También hay unos que están en el exilio.
¿Ha valorado pedir asilo en Costa Rica?
-Lo estamos valorando.
Hablando sobre Costa Rica, ¿considera que fue un error que nuestro país no se sumara a la denuncia internacional contra Maduro?
-Estamos agradecidos con el papel que ha jugado Costa Rica y en los grupos que forma parte, pero sí creemos que fue un error.
¿Les sorprendió la posición tomando en cuenta que el país siempre fue muy valiente en política exterior?
-Sí sorprendió, aunque también se respeta la posición de cada país, esperemos que recapaciten. Nosotros tenemos mucha esperanza en el presidente Carlos Alvarado, él es joven y entiende.
PERIODISTA: Marco Antonio González
CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley
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Miércoles 03 Julio, 2019
HORA: 12:00 AM
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