Soy un hombre divorciado de 52 años. Leo siempre su columna, sigo sus programas desde que estaba con Nono y ahora lo sigo en Facebook. Más que una pregunta quiero hacer un comentario sobre todo a sus seguidores. Me he divorciado tres veces y ahora estoy solo, pero para mí cada matrimonio fue algo así como “el mismo infierno con diferente diablo”. A mi edad pienso que no debí separarme de mi primera esposa o tal vez ni casarme.
Con el advenimiento del divorcio como recurso común de las parejas en problemas, estos comentarios y consejos se escuchan a diario en la sociedad. Experiencias traumáticas, vivencias emocionalmente devastadoras hacen a muchos pensar que la vida en pareja es un sueño imposible, que inicia con muy buenas intenciones pero que en cuestión de meses se convierte en interacción conflictiva, a veces violenta, caótica y destructiva.
Si bien eso es cierto para muchas personas, también es cierto que son muchas más las que han logrado establecer relaciones de pareja envidiables, en donde el mutuo auxilio, y el convivio armónico son el común denominador.
Al margen de ambos escenarios debemos recordar que el matrimonio es un asunto dinámico que cada pareja crea. Las personas inmaduras, que son intolerantes, violentas, impulsivas, desordenadas e irrespetuosas, sin lugar a dudas lo convierten en un auténtico infierno, y no importa la pareja, el desenlace suele ser caótico.
Por el contrario, cuando se saben manejar las diferencias y las adversidades de forma producente, la vida en pareja aliviana la vida y hace más grato el diario vivir. Cada uno tiene la pareja que escogió y cada pareja escoge la vida que desea llevar, un infierno o el “mismitico” cielo.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: dr. Mauro Fernandez/ Un mundo sexual
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Martes 25 Junio, 2019
HORA: 12:00 AM
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