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Nacionales

“El celibato no es causante de delitos sexuales”

Monseñor Quirós en exclusiva con DIARIO EXTRA:

  • Monseñor José Rafael Quirós, arzobispo de San José, conversó en exclusiva con DIARIO EXTRA.

  • El 7 de marzo de 2018, la Iglesia Católica se vio fuertemente sacudida por los allanamientos en la Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal. (Foto: Cristian Cartín)

Cada historia tiene sus dos caras de la moneda. Ante recientes escándalos que involucran a la Iglesia Católica en nuestro país por supuestos casos de abuso sexual, Monseñor José Rafael Quirós Quirós, arzobispo de San José, rompió el silencio y conversó con DIARIO EXTRA. 

Quirós otorgó su primera entrevista a un medio de comunicación nacional a raíz del deterioro de imagen que enfrenta la comunidad católica en Costa Rica. 

El arzobispo manifestó que los delitos sexuales no son causados por el celibato, además que los casos de abuso ocurridos en el país no son problema de la Iglesia Católica, sino de la sociedad en general. También señaló que jurídicamente la Iglesia no está en la obligación de aportar información a las autoridades judiciales sobre sus denuncias canónicas. A continuación, la entrevista. 

 

¿Cuál es la valoración que hace la Iglesia Católica en relación con los recientes escándalos de abusos sexuales de curas contra menores de edad? 

-Considero que los casos que se han revelado han permitido mirar con mayor cercanía la realidad de la situación. Creo que más que fijar la mente y la mirada en situaciones de acá, me guio con lo que el Santo Padre nos está llamando a realizar en nuestras iglesias particulares y como el Santo Padre está empeñando en que prestamos atención de manera especial a quienes llegan y presentan una denuncia, es decir, a las víctimas, que los escuchemos, que las atendamos, que demos credibilidad a lo que presentan e inmediatamente actuar. Es importante que nos demos cuenta que la Iglesia de ninguna manera está en una posición o pretendiendo encubrir situaciones y afrontar la realidad. A partir de ahí, continuar con el fortalecimiento de los lugares, de los espacios y de los ambientes seguros a favor de los menores de edad y de los adultos vulnerables para que estas situaciones no presenten. 

¿Desde hace cuánto la Iglesia Católica de Costa Rica tiene conocimiento de estos comportamientos en sacerdotes? 

-Si vemos las situaciones dolorosas y difíciles que se han presentado en la Iglesia, de lo que yo puedo dar fe es de lo que como obispo he vivido y, de manera particular acá en la Arquidiócesis, las denuncias, cuando llegué, había algunas desde el 2013, que es cuando comienzo mi servicio como Arzobispo y a partir de ahí, en lo que me ha correspondido, se ha dado trámite a las denuncias. 

Desde el 2013 a la fecha, ¿cuántas denuncias han atendido? 

-Se han llevado a cabo nueve procesos y en este sentido hemos atendido a toda la normativa que desde la Santa Sede nos ha llegado. 

¿Cuál es el proceso interno que maneja la Iglesia Católica al momento en que ingresa la denuncia canónica? 

-Cuando se recibe una denuncia se escucha a la víctima, inmediatamente se inicia lo que se llama la investigación preliminar. Si esa investigación previa arroja el resultado de que hay fundamento, inmediatamente se inicia el proceso de investigación acerca de la situación, se citan testigos y finalmente el obispo debe imponer medidas cautelares al procesado. Una vez que se tiene toda la información, entonces esto se envía a la Santa Sede para que ellos den instrucciones de lo que sigue. 

Las supuestas víctimas acusan a la Iglesia de no apoyarlos, ustedes lo niegan, ¿cuál es el tratamiento ante estos casos? 

-El acompañamiento es espiritual, se le ofrece acompañamiento psicológico si la persona así lo pide y, por supuesto, la cercanía en todo momento para escucharla y animarle en su propia vida. Eso depende de la víctima. Si la víctima dice que no acepta ese acompañamiento, está con total y plena libertad de dejarlo a un lado. 

¿En qué se diferencia una denuncia canónica de una penal? 

-En el caso de la denuncia canónica, se limita al fuero eminentemente eclesiástico, de manera que lo que se lleva a cabo es un proceso administrativo penal y dicho proceso termina con una decisión y esa decisión puede ser determinadas penitencias o remedios penales que llamamos o puede terminar en la expulsión del estado clerical, dependiendo de lo que se llegue a probar. 

El 7 de marzo la Iglesia fue allanada. ¿Era necesaria la diligencia para poder esclarecer estas situaciones con los curas? 

-En relación con lo de los allanamientos afirmamos con claridad que la disponibilidad nuestra la habíamos manifestado a las autoridades civiles en torno a colaborar en casos específicos. Creo que lo que manifestamos en el comunicado es que ni la Fiscalía ni los Tribunales de Justicia requirieron información previa, es decir, no nos la pidieron, simplemente se presentaron ante la Curia Metropolitana y a la sede de Conferencia Episcopal para realizar el allanamiento. Pienso que no era necesario. Suficiente con que hubieran solicitando los expedientes que necesitaban y yo creo que esto ha sido suficientemente valorado y analizado por quienes tienen conocimiento de estos asuntos. 

Entre la evidencia que se encontró dentro de la sede de Conferencia Episcopal se involucra a otros sacerdotes. ¿Tenían la obligación de aportar información ante las autoridades judiciales? 

-Es que no tenemos jurídicamente la obligación de hacerlo. Quienes presentan una denuncia ante el fuero judicial, si se trata de un menor de edad son los padres de familia o los tutores y eso por ley. Cualquier otra persona, la denuncia quedaría desierta. 

¿Y moralmente no hacían bien denunciando? 

-No, es que sencillamente el proceso canónico es un proceso que nosotros manejamos internamente en la Iglesia y para el fuero canónico nada más. 

¿El no informar los casos no los hace cómplices? 

-No, porque a las víctimas se les informa la libertad que tienen para ir y presentar en el fuero civil una denuncia civil. Respetamos siempre la voluntad de la víctima y con la posibilidad de presentar aquello ante el fuero civil. 

Han existido diferencias con los agentes judiciales por la toma de expedientes al momento de los allanamientos. ¿Lejos de contribuir con las investigaciones piensa que las están entorpeciendo? 

-Cuando se recibe una información de que se van a recibir los expedientes, algo a lo cual tenemos derecho para que los procesos no se atrasen en el fuero canónico, pues se da el paso siguiente de ir a recogerlos. Si después las autoridades judiciales echan marcha atrás, eso no es problema nuestro. 

¿Quién tiene la responsabilidad en este caso con el atraso de denuncias canónicas? ¿El Ministerio Público? 

-Esa es una situación que hacemos ver, las causas si no prosiguen en el fuero canónico, el expediente está ahí. Si fue de los incautados y estaba digamos así a la mitad del proceso y si se atrasa, pues nosotros no tenemos material para proseguir.

¿Y si las autoridades judiciales decidieran iniciar una investigación sobre esos expedientes?

-Eso es decisión de ellos. 

¿Se violentaría la libertad de decisión de la persona? Tomando en cuenta que me dicen que la denuncia penal depende de cada persona si se envía o no.

-Es algo que las autoridades judiciales deberían tomar en consideración y respetar la voluntad de las personas. 

¿En el proceso de formación de sacerdotes, de qué forma se aborda el tema de la sexualidad?

-El proceso de ingreso de los muchachos que desean entrar al seminario es un proceso serio, con momentos importantísimos de interiorización espiritual, de análisis de los aspectos humanos y en ese proceso también se procede a toda una valoración psicológica que ayuda, no es que sea definitiva, pero ayuda a tomar una decisión sobre si aceptar o no, o si se ve que no hay signos vocacionales, pues a la persona se le habla con toda claridad.

Le replanteo la pregunta, ¿se ve el tema sexual?

-Se aborda el tema integralmente, es decir, se abordan temas que miran a la integralidad de la persona. 

¿De qué forma? 

-Desde el punto de vista psicológico, de la maduración de la persona y también desde el punto de vista de la posible…, digamos si es aceptado en el seminario ya desde ese momento mirar que se acepta la disciplina de la Iglesia para el ejercicio de un futuro ministerio y en orden. Estoy hablando del don y a su vez de su opción por el celibato. 

En caso de que en algún momento se permitiera que los sacerdotes se casen y formen una familia, ¿considera que podría bajar los índices de denuncias de abuso sexual dentro de la Iglesia? 

-La persona opta y elige el celibato. A nadie se le impone nada y en ese sentido creo que es importante que en general se tenga conciencia de que la persona, en el caso particular, una opción personal y a mí nadie tiene que imponerme el por qué no se casa, eso es irrespetuoso. El Papa fue claro en su discurso final en relación con esta situación de los abusos, donde el problema de los abusos es que no es causado por el celibato, sino que en el país con toda claridad lo vemos. ¿Cuántos abusos no se dan en el núcleo dentro del hogar?, ¿cuántos hombres y mujeres casados cometen abusos? Es algo que yo creo importantísimo que se mire y pongamos atención como sociedad qué está pasando con el abuso de los menores, porque no es un problema de la Iglesia Católica, sino un problema de la sociedad y esto es fundamental tenerlo en cuenta porque según revelan datos del PANI, solo en el 2017 se atendieron 53.000 niños víctimas de violencia, de ellos, 11.605, es decir, uno de cada 5 (el 22%) correspondieron a conflictos familiares. Una cifra similar 11.535 se debieron a negligencia (en cuanto a problemas con la niñez). Agresiones físicas, sexuales y psicológicas en una categoría encabezan la lista de 16.556 casos. Entonces es un mal de la sociedad. Los delitos sexuales no son causados por el celibato.

Cuando menciona que los problemas no son causados por la Iglesia Católica sino de la sociedad, entonces ¿sí serian responsables de lo que ha venido sucediendo adentro del clero?

-Bueno, es que no se están permitiendo. 

Pero se están dando…

-Es que son casos que se dan a conocer y esos casos que han brotado ahora, a estos casos es que se está respondiendo. 

¿Cree que si los curas se casan y forman su familia podrían bajarse los índices de abuso sexual? 

-Es que eso es un mero presupuesto que no sabemos si va a ocurrir así o no. Por eso le digo, hay hombres casados que son abusadores. Entonces el matrimonio no es la solución, y, por otro lado, también, está la posibilidad del matrimonio, no de los sacerdotes, sino de la posibilidad de que hombres casados sean ordenados sacerdotes.

¿Qué piensa del hecho de que muchos de estos aparentes casos de abuso sexual se estén dando dentro de las parroquias? Y precisamente en el templo católico. 

-Desde hace tiempo ya estamos respondiendo a la creación de ambientes seguros dando indicaciones de que esto no es tolerado, es decir, no es algo que debiera darse. Los sacerdotes no tienen por qué invitar a personas menores de edad sin la presencia de sus padres a la Casa Cural. Eso no es una práctica aceptable. 

¿Desde hace cuánto o históricamente no se ha aceptado eso? Porque se ha dado.

-Por eso, se ha dado y entonces debido a las situaciones dadas estamos empeñados en que esta situación se corrija de manera definitiva. Debemos verlo históricamente, algo que no se veía mal en un momento de la historia, pero que con las situaciones que se han dado y no buenas precisamente, pues ya estamos preparando y trabajando un protocolo de líneas guía para todo este tipo de situaciones, en relación a los sacerdotes y demás agentes pastorales. 

¿No les ha parecido que los sacerdotes en esa cercanía tienen con la comunidad puedan encariñarse con estos jóvenes a tal punto que lleguen a situaciones que hoy son noticia?

-Lo mismo podríamos decir de los docentes que tienen a todos los jóvenes ahí en el aula y el que haya algún tipo de cercanía no quiere decir que aquella relación sea torcida y es que creo que hay que saber calificar las distintas situaciones, ver las distintas situaciones y las realidades que se presentan y no generalizar porque un pecado que se ha cometido precisamente y es injusticia es generalizar por el hecho de que si usted va al número de denuncias que se han presentado y al número de sacerdotes en su totalidad en el país, vea usted que generalizar es un pecado. 

¿Por qué tanto silencio con estos casos?

-Donde hay un ser humano existe el pecado también y, por otro lado, usted dice ¿por qué antes no? En la cultura costarricense, ¿cuándo se hablaba de esto?, ¿cuándo las familias se ponían a denunciar? La cultura del país hace muchos años era una cultura de arreglar todo en casa y de esto no se hablaba. 

¿Justifican este accionar? 

-Esto no quiere decir de ninguna manera que ahora estemos avalando. Esto no estuvo bien por supuesto, pero fue la cultura del tiempo. Es parte de la cultura que se tenía en el país en ese momento. Era la de no referirse a temas así concretos, específicos y difíciles. Esto no solo en la Iglesia como parte de la sociedad, sino en las familias, en centros educativos y lugares públicos. Hasta hace unos años para acá se les dice a las personas que hablen y denuncien. Creo que es por eso que ahora estamos denunciando. 

¿Qué les dice a las personas que aún guardan silencio y sienten temor a presentar una denuncia contra la Iglesia? 

-Cada persona decide en qué momento presenta la denuncia y hay necesidad de hacer tomar cada día más conciencia tanto a los menores como también a los mayores de edad si hubo algún tipo de estas situaciones en su minoría de edad que tienen todo el derecho de denunciar. 

Con el caso del padre Mauricio Víquez, una de las denuncias que se abordó fue que el sacerdote dio la indicación de la posibilidad de eliminar grupos de monaguillos. ¿No se supone que ahí debería haber un acercamiento de la Iglesia? ¿quién permite que los sacerdotes eliminen dichos grupos? 

-En toda parroquia hay niños que ayudan al altar, en las celebraciones litúrgicas y el párroco como pastor es el que acompaña, guía, aconseja, forma a estos grupos de niños para que estén prestando este servicio en la Iglesia y si por motivos propios de la comunidad llegara a considerar que una persona o un niño preste un servicio de lo que sea, lo puede hacer. 

A raíz de este caso, ¿es válido cerrar estos grupos de niños que quieren ser monaguillos? 

-Como le repito, depende de cada comunidad y de las circunstancias que se den en cada parroquia. 

Y desde su punto de vista, ¿lo ve válido? 

-Le repito, depende de los padres de familia también, pero generalmente en la Iglesia universal se tiene esta agrupación de niños.

Por ejemplo, ¿en la Catedral Metropolitana usted como líder lo permitiría o no?

-Si es que existe el grupo y está funcionando bien y no hay razones para tomar una decisión así, no lo haría. 

¿Han tenido contacto con el padre Víquez desde que salió del país?

-En absoluto. 

Han existido rumores de que la Iglesia alertó a Víquez sobre el proceso para que saliera de Costa Rica, ¿qué responden a eso?

-Al padre Víquez ni se le aviso absolutamente nada para que saliera ni él informó ni dijo nada que saldría del país. No conocemos dónde se encuentra ni en qué circunstancias. Ojalá que quienes han afirmado y lo han difundido, que se retracten porque no ha sido así. 

¿Qué tipo de colaboración les ha pedido las autoridades judiciales con el tema del padre Víquez? 

-No nos pidieron ninguna colaboración. 

El pasado 21 de febrero un grupo de ciudadanos se concentró a las afueras de la Catedral Metropolitana para pedir su renuncia como Arzobispo de San José, ¿estaría considerando esa posibilidad?

-Con base en qué. 

Con el tema del silencio.

-¿Silencio de qué?

Ante los supuestos casos de abuso sexual que no se dieron a conocer o que se escondieron por tantos años. 

-Por eso, que presenten esos casos. Por otro lado, mi oficio como tal es servicio, yo no estoy por poder. El poder por el poder a mí no me interesa. Yo sirvo a la Iglesia y al Señor. 

En relación con el padre (Jorge Arturo) Morales que detuvieron en Paso Canoas, su abogada manifestó que él podía salir sin avisar a sus superiores siempre y cuando el viaje solo durara una semana. ¿Qué tan cierto es esto? 

-El tenía un oficio específico como capellán donde unas religiosas y por norma, por responsabilidad y para conocimiento nuestro, les pedimos que comuniquen si van a salir del país. Esto creo que lo tienen muy claro todos los sacerdotes. 

¿Él desacata? 

-En ese sentido hizo falta esa comunicación. 

¿Qué tipo de sanción le aplica a él por no informar? 

-En relación a la sanción que él tenía, ya se había realizado el proceso y entre las medidas cautelares estaba precisamente el que tuviera nada más esa posibilidad de celebrar a las religiosas y en este caso específico de no comunicar a la Curia, ahí no existe ningún tipo de sanción porque no sabíamos qué decisión estaría tomando en ese momento y ahora está dolorosamente en las circunstancias que está. 

Al ser un supuesto caso de abuso sexual, el no aplicar una sanción ¿no sería un poco risible el accionar de la Iglesia?

-No porque el caso está en manos del Poder Civil, es decir, va a continuarse el proceso y vamos a ver qué resultados da.

Sobre la última encerrona de obispos se habló de modificaciones a los protocolos de atención a la víctima. ¿Cómo sería su aplicación? 

-Lo que manifestamos es que vamos a redactar un protocolo, desde ahora estamos trabajando en ello, pero también estamos esperando lo que nos llegue como resultado de ese encuentro de protección a los menores que se dio en Roma. Va a venir un protocolo para fortalecer todavía más la protección a los menores y van a venir normas específicas, más definidas en lo que respecta a todo el proceso para el tratamiento de los casos de abuso. Ciertamente estas normas que vamos a implementar y redactar responderán a todo lo que es necesario para la protección de los menores y personas mayores vulnerables. 

Se viene la Semana Santa, ¿qué mensaje les envían a los feligreses que en este momento están desilusionados y alterados por estos aparentes casos de abuso sexual? 

-Como Iglesia seguimos adelante, tenemos plena certeza y seguridad que quien está guiando a nuestra Iglesia es el Señor, quien no se ha tirado de la barca, permanece, nos fortalece y nos guía. Más bien este tiempo de Cuaresma es un hermoso tiempo para renovar toda nuestra adhesión a Jesucristo, nuestra fe en el Señor.

PERIODISTA: Greivin Granados

CRÉDITOS: Foto: Randall Sandoval

EMAIL: [email protected]

Martes 02 Abril, 2019

HORA: 12:00 AM

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