La mayoría de mujeres que llegan a mi consulta por problemas circulatorios lo hacen por dos razones principalmente: la primera por el elemento estético, las cuales son la mayoría definitivamente porque no les gusta cómo se les ven esas arañitas vasculares o várices resaltadas que no les permiten mostrar las piernas porque les produce vergüenza. De hecho hay una cantidad importante de pacientes que después de años de tener várices y arañitas son invitados a un viaje a la playa o a un crucero corren a tratarse las piernas para poder ponerse el traje de baño sin vergüenza. Y la razón es válida. Otro grupo importante de pacientes llega cuando empiezan los síntomas porque recuerde que las arañitas y várices no son un problema estético en sí, sino una enfermedad de mala apariencia. Y entonces cuando presentan dolor, ardor, cansancio y sensación de pesadez acuden para ser tratadas lo cual también es válido pero no es lo ideal porque le recuerdo que lo mejor es tratarla desde que aparecen las primeras.
Pero lo que muchísima gente ignora es que el dejarse un problema circulatorio venoso como la Insuficiencia Venosa Crónica que se traduce en várices y/o arañitas así como problemas de hinchazón en las piernas (edema venoso) por insuficiencia venosa profunda, tarde o temprano terminará afectando la piel con daños muchas veces irreversibles.
Esto significa que el principal daño que produce la insuficiencia venosa crónica no son las várices en sí mismas, sino los efectos en la piel de las piernas que inicia generalmente con hiperpigmentación de la piel, o sea coloración oscura como manchas que varían en el tono dependiendo del tiempo que haya transcurrido. Además la piel se va atrofiando por la mala oxigenación y nutrición que produce la mala circulación venosa y entonces se pierden las glándulas sebáceas que producen sebo en la piel que nos protege de la resequedad, así como se pierden las glándulas sudoríparas que producen sudor y que humectan la piel y la protegen y finalmente los folículos pilosos o sea los vellos que también protegen nuestra piel. Así las cosas una piel atrofiada y sin órganos de defensa se hace más vulnerable a los efectos ambientales y se reseca y provoca reacciones inflamatorias que producen picazón y ardor que mucha gente interpreta como una alergia pero que tiene su origen en el problema venoso. Hasta que finalmente puede desembocar en una temida úlcera varicosa que es el signo del mayor grado de complicación de insuficiencia venosa.
Así que recuerde que no es por vanidad ni es por moda estética. El problema varicoso, mejor dicho Insuficiencia Venosa Crónica es una enfermedad dañina para la piel de sus piernas que se puede tratar a tiempo.
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PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Dr. Álvaro Sanabria Mora [email protected]
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Lunes 25 Marzo, 2019
HORA: 12:00 AM
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