La cruda realidad del desempleo

Editorial

Detrás de cada ciudadano costarricense hay una historia de vida y, para 294 mil ticos, su cruda realidad consiste en buscar desesperadamente una oportunidad de empleo, sin alcanzar el éxito deseado. Ya en el país este tema nos tiene con el alma en vilo.

Muchos cuentan con bastantes títulos y precisamente esto les impide obtener un trabajo, porque los consideran sobrecalificados, pero debido a la necesidad que tienen podrían desempeñar cualquier labor que les ofrezcan; de hecho, se ofrecen a laborar hasta por horas o medios días para ganarse algo.

Otro sector de este grupo, por el contrario, se compone de ticos que tienen poca preparación, lo cual igualmente se les convierte en una traba para acceder a una oportunidad, aunque sea por temporada, obligándolos a formar parte del empleo informal.

Todo esto se ve reflejado en los esfuerzos que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el cual publicó los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE), revelando que para los últimos meses del 2018 se reportaban 294 mil personas desempleadas. Lo más preocupante es que esto significa que tenemos 89 mil más sin trabajo con respecto al 2017.

Según el INEC, las mujeres y los jóvenes son los que están teniendo más dificultades para encontrar una opción laboral, situación muy contradictoria pues se supone que en este gobierno del cambio las féminas iban a contar con las mismas oportunidades que los hombres y además se iban a manejar con las mismas condiciones.

No deja de ser preocupante que el 14,9% de las mujeres no tenga trabajo y la diferencia radica en que de los varones la cifra es el 10%.

No podemos obviar la gran cantidad de hogares que está solo a cargo de las mujeres y si están sin empleo no tendrían ni qué comer.

Otras cifras se observan en el empleo informal, porque 971 mil personas se encuentran en esa situación. Se torna angustioso que muchos trabajadores aún siguen sin contar con las obligaciones que los patronos deberían brindarles como, por ejemplo, que estén asegurados en caso de una eventualidad.

Esas cifras resultan odiosas y el Gobierno debe actuar ahora. Ya cansa el trillado discurso por parte de los jerarcas, quienes afirman que se debe reactivar la economía, pero se quedan de brazos cruzados.

No pueden seguir haciéndose de la vista gorda, son muchas las empresas que se van del país, otras cierran operaciones del todo, algunas hacen grandes recortes de personal y estas plazas nunca logran reponerse, por lo que estamos claramente en desventaja.

¿Hacia dónde se está concentrando el empleo en el país? ¿Qué se hace para llegar a las zonas rurales? No se vale pensar que Costa Rica es solo la Gran Área Metropolitana (GAM).

El Gobierno puede echarle la culpa a la huelga, a toda la situación de violencia que está viviendo Nicaragua, a la gran cantidad de pinoleros que tuvieron que venirse para acá, pero debemos ser realistas: es culpa de las propias autoridades que todas esas empresas hayan tenido que irse.

La situación del país requiere acciones, no discursos. Los ciudadanos merecen respuestas claras y soluciones concretas, porque de lo contrario se está cayendo en una violación a sus derechos humanos.

Es justo y necesario que las autoridades tomen el toro por los cuernos, este aumento en el desempleo también provoca que más personas engrosen las estadísticas de pobreza y, todavía más importante, fuera de las frías cifras: en estos momentos muchos seres humanos no cuentan con los recursos ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 04 Febrero, 2019

HORA: 12:00 AM