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Opinión

Una cruz que parece no tener fin

Editorial

Un país que se quiere exponer al mundo como “verde” no puede darse el lujo de mostrar una postal errónea cuando la cancha dentro del territorio nacional no está bien demarcada.

Hablamos del caso de Crucitas, uno que parece no tener fin y el cual ahora se convirtió en el ring de boxeo entre la férrea oposición del Congreso y el partido de turno en el Gobierno.

El pasado 18 de diciembre, la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) sorprendió con una conferencia de prensa mediante la que denunció tala indiscriminada y contaminación con mercurio en Crucitas, zona ubicada en Cutris de San Carlos. 

No conformes con esa exposición, siete diputados verdiblancos decidieron visitar la zona el 4 de enero para evidenciar que no denunciaron en vano durante sus intervenciones en el Plenario. A raíz de ello, comenzaron los dimes y diretes entre las autoridades del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y dichos congresistas. 

En un primer momento, lejos de percibir la preocupación por lo que aún está sucediendo, el ministro Carlos Manuel Rodríguez comenzó a hacer politiquería atacando a la fracción liberacionista. En vez de aceptar las sugerencias realizadas en los informes recién aportados, refutó a la fracción.

No obstante, ahora el ministro Rodríguez admitió lo expresado en un informe que elaboraron expertos de la Universidad Nacional (UNA), la Universidad de Costa Rica (UCR) y de la Universidad Cornell de Nueva York, el cual determinó que la dimensión del daño en Crucitas era más grave de lo que el propio Minae había dicho.

Es lamentable también que el jerarca tuviera que ofrecer disculpas a los diputados por brindar datos erróneos entre la comparecencia de Ambiente de setiembre de 2018 a la de ayer, cuando mencionó que los coligalleros habían sustraído $1,5 millones. 

No obstante, el ministro realizó estimaciones y se enfocó a decir que sus cálculos propios le daban $90 millones, aunque recalcó que la cifra oficial de la Dirección General de Minas del Minae estima $194 millones. 

Tres datos distintos: $1,5 millones, $90 millones o $194 millones, el daño ambiental continúa siendo el mismo y un país que busca iniciar el proceso de descarbonización y se vende como “carbono neutral” no puede seguir permitiendo la extracción de estas riquezas.

Las autoridades del Minae dijeron estar preocupadas desde el día 1, pero ¿qué han hecho para contrarrestar la situación, si sigue siendo la misma? ¿Quién está vigilando la zona y evita la entrada ilegal de los coligalleros al sector?

El mismo PLN denunció que durante su visita a tierras sancarleñas no presenciaron a ninguna autoridad policial, lo que hace que quienes realicen esta actividad ilegal ingresen como Pedro por su casa, a la libre, hasta terrenos que no les pertenecen.

Las explicaciones del ministro de Ambiente dieron mucho de qué hablar y los confrontamientos con la oposición surgen en momentos cuando el Gobierno busca levantar la imagen tras el fuerte meneón vivido en la Casa Presidencial, primero con la salida de Giselle Amador como ministra de Salud, y luego las renuncias de Epsy Campbell de la Cancillería, Juan Carlos Mendoza como titular de Comunicación y María Fullmen Salazar como presidenta ejecutiva del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). 

Quién sabe si la Administración le jaló las orejas a Carlos Manuel Rodríguez para que cambiara el discurso y ahora sí le diera importancia al estudio que el PLN tuvo de sustento para efectuar las denuncias sobre la contaminación con mercurio.

Y la actitud indiferente se contagia a varias carteras. Desde el Ministerio de Salud, que busca ser el rector en materia sanitaria, no se han ejecutado acciones concretas. Tampoco la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) parece tomar cartas en el asunto, puesto que muchos de quienes practican la actividad de extracción ilegal de oro ingresan de forma anómala al país.

También es momento de que Seguridad Pública brinde explicaciones respecto a si no hay presencia en la zona, que aclare si es cierta la denuncia del PLN. A este país le urgen acciones contundentes, no shows políticos.

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Viernes 11 Enero, 2019

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