Una niña de 1 año y 2 meses de edad falleció luego de que recibiera una paliza provocada por su madre y su padrastro dentro de la vivienda ubicada en Pavones de Turrialba.
La pareja de adultos fue detenida por agentes del Organismo de Investigación Judicial el miércoles anterior en el Hospital William Alem, luego de que dejaran a la menor en manos de los médicos, a quienes les aseguraron que se había caído y sufrió múltiples lesiones en diferentes partes del cuerpo.
El equipo de especialistas del centro médico azucarero detectó un posible caso de agresión, pues la niña presentaba golpes en la cabeza, rostro y fracturas em brazos, costillas y piernas, por lo que se le remitió al Hospital Nacional de Niños, donde murió a las 10 p.m. de este lunes.
Carlos Jiménez, director interino de ese centro médico, lamentó lo sucedido.
“La semana anterior llegó y permaneció en cuidados intensivos en una condición muy crítica, lamentablemente perdió la vida. Es un caso que está bajo investigación y será la Fiscalía quien pueda profundizar con detalles”, explicó. El padrastro de la bebé de apellido Quirós y la madre apellidada López descuentan 6 meses de prisión preventiva en la causa que se investiga bajo el expediente 18-001498-0667-PE.
PERDÓN “M”
Marco Vargas, jefe de emergencias del Hospital de Nacional de Niños, escribió en la red social Facebook que la noticia del deceso lo llenó de impotencia, dolor y rabia.
“La noticia se acompaña de furia, sincera y devastadora furia humana, M había sido lastimada y herida de muerte a propósito, sus manos tenían agujas y pulseras que no eran de colores, sino para saber cómo su corazón luchaba para impulsar sangre.
Sus piernas hechas para jugar, habían sido rotas y su piel llena de moretes, con sus ojos que a pérdida de su función por las hemorragias producto de violentísimas sacudidas, se tornaban en ópalos que miraban al infinito”, dice.
El galeno se pregunta, “¿Qué hiciste “M”?, ¿cuál fue tu culpa para que siendo una pequeña recibieras tanto, tantísimo dolor?”.
“Quizá tus manitas buscaron el amor de entraña al sentir la muerte llegar, se abrieron con la esperanza de una mano de amor familiar y se cerraron en soledad. Me da asco, el más profundo, vomito lo hediondo de conocer el lado más brutal, sucio y depravado del ser humano, esa conspiración que a diario se programa para golpear, lastimar y enloquecer a un pequeño ser humano y suplico porque tu dolor no quede impune”, recalcó el médico.
