El pesimismo económico es el peor en los últimos 16 años. De hecho, nunca se habían visto cifras tan malas como estas desde que empezó a publicarse el Índice de Confianza del Consumidor.
Se trata de una encuesta que realiza la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica desde 2002.
El investigador Johnny Madrigal adujo que el desánimo en la población puede explicarse en gran medida por el efecto que genera el proyecto de reforma fiscal.
A ello se suman factores coyunturales como la pasada huelga, que desembocó en situaciones como el faltante de gasolina, las eternas presas y manifestaciones. También incide el destape de casos de corrupción.
“Creemos que los indicadores son preocupantes porque el 80% de la gente cree que es un mal momento para la compra de casa y carro, mientras que el 71% no cree sea la época para comprar artículos para el hogar como refrigeradoras y pantallas”, señaló.
La confianza de los consumidores en este momento registra un nivel de 28,2 (en una escala de cero a 100). La caída es de casi 17 puntos en los últimos seis meses.
“Los consumidores están percibiendo negativamente el momento actual, pero más pesimistas se tornan cuando se refieren al futuro económico del país”, indica la encuesta.
Un 80% de las personas espera aumentos en las tasas de interés de los préstamos, entretanto un 35% cree en el deterioro de los ingresos familiares y un 51% habla de pérdida en la capacidad de compra.
A esto debe sumársele los temas del precio de los combustibles y el tipo de cambio, pues los aumentos esperados son considerables: 86,3% y 70,8%, respectivamente.
Otro aspecto que puede contribuir a la caída de la confianza es que la calificación a la política económica y social sigue deteriorándose. En política económica, un 51,1% afirma que se está haciendo un trabajo pobre y en el ámbito social se esperan aumentos importantes en el desempleo y en la pobreza.
La encuesta se hizo del 1 al 22 de noviembre de 2018. Se incluyó a 701 hogares con teléfono fijo y se aplicó al principal sostén económico de la casa.
En los últimos meses la caída de la confianza puede calificarse como acelerada. Mientras en mayo era 45,0, tres meses después bajó a 34,9 y actualmente es de 28,2.
La última vez que hubo un nivel tan bajo de pesimismo, que aun así no se iguala a este, ocurrió en 2004 durante la administración Pacheco de la Espriella, cuando la inflación y el precio del petróleo estaban por las nubes y afloraban las protestas con el Tratado de Libre Comercio.
A este le siguió la administración Arias Sánchez y los efectos de la crisis inmobiliaria en Estados Unidos.
En la Solís Rivera, el peor resultado en la confianza obedeció a la discusión de la reforma fiscal, la ola de asesinatos por narcotráfico, el cierre de empresas privadas y la crisis financiera internacional que se anunciaba.
La calificación a la política económica del gobierno Alvarado Quesada indica que actualmente un 17,7% afirma que se hace un trabajo bueno, un 30,5% dice que hace lo necesario y un 51,1% lo considera pobre.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
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Jueves 29 Noviembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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