Allan Cordero Ocón, un ciudadano costarricense nacido en Nicaragua, fue detenido este domingo en ese país junto a su esposa de nacionalidad estadounidense, Marcela Martínez Guzmán.
La detención se habría dado cuando ambos se disponían a participar en la marcha “Unidos por la libertad”, brutalmente reprimida por la Policía del vecino país sin que ni siquiera hubiese arrancado.
Óscar Camacho, cónsul general de Costa Rica en Nicaragua, explicó que ellos no han logrado confirmar la información, pero, de ser así, se procederá a solicitar una visita al centro de detención El Chipote para verificar el estado de salud y las condiciones en las que se encuentra Cordero.
El propio presidente de la República, Carlos Alvarado, señaló que: “Se nos ha informado sobre la presunta detención del ciudadano costarricense Allan Cordero Ocón, como parte de los detenidos en la manifestación de hoy (ayer). De comprobarse la información, se acudirá inmediatamente a su auxilio en el centro penitenciario”.
Medios nicaragüenses sí reportaron la detención del costarricense de 40 años y pese a decirse que está en El Chipote, su paradero se desconoce, como el de muchos otros, ya que 30 personas se mantienen detenidas.
Según el medio 100% Noticias, la hermana de Allan, Arlen Cordero, declaró que no tenía información del estado de su hermano, por lo que está muy preocupada.
“Mi hermano y su esposa decidieron participar y fueron apresados por la Policía y detenidos ilegalmente. Yo me enteré por las redes sociales y porque una familia de mi cuñada nos alertó”, externó Arlen Cordero.
Cordero es piloto, trabaja en una aerolínea estadounidense y es padre de dos niñas que ahora esperan volver a ver a sus padres sanos y salvos. En el perfil de Facebook de Cordero, queda en evidencia el apoyo que brinda a las manifestaciones en contra del Gobierno liderado por Daniel Ortega.
Los esposos aparecen en una lista oficial como detenidos por parte de las autoridades, las cuales indicaron que los operativos se hicieron en contra de fuerzas terroristas y golpistas que durante los últimos meses han querido desestabilizar el país.
En las redes, tanto movimientos sociales como amigos y familiares de la pareja exigen su inmediata liberación para terminar con la angustia que los embarga.
