Impuestos y el enganche municipal
Fernando Berrocal
Confieso que no sé si es cierto o se trata de un chisme cruel. No he logrado comprobar si el cálculo salarial del sueldo de los alcaldes es por ley, por decreto o por acuerdo municipal. Las fuentes son personas muy serias.
Le pido a doña Marta Acosta, la capaz e independiente Contralora General de la República, que nos aclare este merecumbé, a mí y a toda la ciudadanía y, de paso, que le notifique al país el salario real de los 82 alcaldes municipales.
Me dicen esas fuentes que el alcalde de San José, en virtud de un artificio legal que engancha su salario a un porcentaje fijo del monto de los ingresos por impuestos y tasas, gana al mes más de ¢16.000.000 (diez y seis millones de colones). ¿Será cierto esta inefable, irracional y absurda realidad que, de ser cierta, solo se explica por el nivel de locura política en que ha caído una sociedad que perdió el sentido de la ética y la racionalidad democrática?
Hay que aclarar este misterio de niveles mundiales.
Porque de ser cierto, el alcalde de San José tiene un salario más alto que el alcalde de Madrid, París o Nueva York. ¿Será cierto esta asombrosa e increíble chifladura? Y así por el estilo… dicen que en todos los 82 cantones del país.
Imagínense la clase de sueldazo (sic) que disfrutan mensualmente el alcalde y primer ciudadano de los que vivimos, trabajamos y sufrimos en San José y así en los 82 cantones de esta políticamente saqueada Costa Rica. Tanto que, si esto es cierto, el enganche de los médicos es una cuestioncilla insignificante.
Señores diputados: No se trata solo de gravar con nuevos impuestos a los costarricenses. Se trata de corregir, de una vez y para siempre, las pensiones de lujo y las irracionalidades y privilegios en los salarios de nuestros más altos burócratas y empleados públicos. Se trata de hacer justicia tributaria. Se trata de ética. Se trata de volver a ser Costa Rica y de recuperar valores esenciales en la política nacional. El momento histórico es aquí y ahora. En esta coyuntura, la ciudadanía exige que tengan valor, firmeza y gran visión de país.
Si el enganche de los salarios de los alcaldes es cierto y así se confirma, aquí también tiene que actuarse firmemente, porque esos salarios se pagan con los impuestos y las tasas que todos pagamos. Ese enganche salarial es inmoral.
La huelga paralizó al país y doblegó al cogobierno PAC-PUSC-FA y al PLN. Todo esto se pudo haber evitado. El manejo de las variables políticas, a su debido tiempo y antes de la huelga, fue pésimo. En Casa Presidencial y en la Asamblea Legislativa privó la inexperiencia y la prepotencia y llegamos hasta el caos y la confrontación en las calles. El país perdió su esencial paz social.
Esperamos en Dios que la Conferencia Episcopal logre su cometido y que el diálogo entre el cogobierno y los sindicatos, fructifique y llegue a acuerdos.
Ese es el único camino costarricense.
