Una limonense adulta mayor, identificada como Mélida María Thomas Gibson, de 67 años y conocida como “La Negra”, apareció muerta con evidentes heridas de puñal en el pecho y cuello en San Ramón, Alajuela.
La víctima estaba recostada en la cama de un camper (carro-casa) que se mantenía estacionado dentro de una propiedad donde vivía junto a su esposo norteamericano de 75 años.
Los hechos se registraron en la comunidad rural de Calle Calera, en Berlín de Moncho. Para llegar al sector se tiene que desviar en el cruce de San Ramón 40 minutos.
La zona es solitaria, rodeada de montañas, caminos empinados y cafetales.
Para entrar a la propiedad de la occisa se necesitan carros 4x4 y este hecho fue tomado en cuenta por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para comenzar a analizar lo que posiblemente sucedió entre la noche del domingo y la mañana del lunes, cuando localizaron los restos de la mujer.
Según el OIJ, a la fallecida la encontró el hijo en la cama del carro-casa, que estaba parqueado junto a otro camper dentro de la propiedad que Thomas compartía con su esposo hace más de 20 años.
Añadieron que es poca la gente que camina por la zona, por lo que la desaparición de la mujer llamó la atención de sus familiares, quienes desde entrada la tarde del domingo comenzaron a buscarla en los barrancos, previendo que por su edad sufriera un accidente.
Fue el hijo, un oficial de la Policía de Tránsito de Palmares, quien localizó a la adulta mayor a tempranas horas de este lunes, cuando se levantó y continuó la búsqueda de la mamá.
El día anterior en la operación de rescate ayudaron equipos de la Cruz Roja. De acuerdo con el tráfico, revisaron la zona por donde estaban los campers, pero no acató a entrar a ninguno porque permanecían cerrados.
Pero ayer el oficial volvió al sitio y en esta ocasión se asomó a uno de los carros-casa y observó a su madre ensangrentada encima de la cama.
La escena es confusa, no hay señales de violencia y las llaves de ambos remolques solo las tenía la fallecida.
Al costado de la cama, acotó el uniformado, se halló un filoso puñal con que se presume le propinaron las heridas a La Negra.
“Localizamos a una femenina de 67 años dentro de un camper en el que vivía. El sábado es el último día que la ven en la zona y durante el fin de semana los vecinos no refieren ninguna situación anormal, pero uno de sus hijos estuvo llamándola durante esos días y no logra contactarla.
Este lunes llegó a la casa y localiza a la mujer fallecida”, manifestó el abogado Luis Ángel Ávila Espinoza, subdirector del OIJ.
SIN DATOS
Para los agentes de Homicidios del OIJ en San Ramón, el asesinato es complicado y de difícil investigación si se toma en cuenta el entorno en que vivía la femenina, ya que al parecer la mujer y su esposo no contaban con enemigos, aunque los conocidos podrían tener sospechas.
Tal es el caso de un nicaragüense, que laboraba como peón de la pareja, a quien señalaron como un eventual sospechoso y al darse cuenta de lo que pasaba se presentó al lugar para hablar con los judiciales.
“Presentaba varias heridas de arma blanca en el pecho y estamos trabajando la investigación en la zona que es de difícil acceso, un lugar rústico, rural, montañoso, donde incluso se dificulta la comunicación telefónica.
De momento no se tiene claro si desaparecieron artículos de valor y lo que encontramos fue la escena desordenada”, añadió Ávila.
EXMAESTRA
Pocos fueron los vecinos y amigos que se acercaron a la brutal escena. Una de ellas es doña Flor Segura, quien se trasladó al sitio desde su residencia en San Ramón cuando supo de la muerte.
Ella era de las mejores amigas y colega de la exmaestra. También se dedicó a la labor educativa en Berlín.
Segura reflejó el sentimiento de medio centenar de lugareños, que no salían del asombro al conocer lo sucedido.
“Soy de San Ramón y la última vez que la vi fue hace tres meses que nos topamos acá en Berlín. Ella era educadora pensionada, igual que yo, pero nos topábamos en la pulpería de don Danilo, pero hoy (ayer) me llamaron y me dijeron que La Negra se había muerto.
Acá es muy sola la comunidad y lo que da miedo es que mucho extranjero anda por la zona”, manifestó doña Flor.
Según contó, su amiga llegó a Palmares de Alajuela hace más de 2 décadas y años después se pensionó de su labor docente, en el momento que conoció al norteamericano identificado como Gen, quien también se había jubilado y se instaló en Berlín.
Luego de conocerse, la pareja se casó e hizo su vida en la zona, donde era muy querida por su desinterés para ayudar a la comunidad.
“Doña Mely era muy querida acá en Berlín, ella se vino de Limón a vivir, luego de pensionarse conoció a su esposo el norteamericano y se casaron. Ellos vivian muy tranquilos acá, no entendemos qué pudo haber pasado porque ellos eran muy colaboradores y no ostentaban tener grandes cosas, a mí me tiene sorprendida lo sucedido”, finalizó doña Flor.
Los restos de la exmaestra fueron levantados en la escena y los trasladaron a Medicatura Forense para su análisis.
Además se entrevistó al esposo, hijo y el capataz de la finca para conocer los detalles de los últimos momentos de vida de la víctima.
Ahora las autoridades intentan determinar si hay sospechosos involucrados o por el contrario el caso se trataría de un suicidio, pero aún es prematuro el tema que se mantiene en el misterio.
• Danilo Chavarría, capataz de la finca:
“Me pidió que arreglara estanque”
Una de las personas que vieron horas antes de la desaparición a doña Mélida fue el capataz y amigo de la pareja, quien el mediodía del sábado conversó con la mujer.
Ella tenía la intención de que reparara un problema que se presentó en un estanque de tilapia que se ubica dentro de la propiedad.
Danilo Chavarría es un emprendedor de la zona muy conocido por la administración de propiedades y era quien tenía mayor contacto con los adultos mayores.
“Soy vecino de la pareja y siempre he estado al servicio ya que son mayores. El sábado salíamos de trabajar y cuando pasé por la casa de la señora me llamó y me dijo que el agua no estaba llegando a las tinas de las tilapias y de inmediato entré a reparar el daño. Ella vivía solo con el esposo y solo un hijo que vive en Palmares los visitaba”, indicó.
El capataz tiene a cargo uno de los nicaragüenses que levantó sospechas, pero descartó que estuviera involucrado, ya que quienes habitan la zona de Berlín son más que conocidos.
“Era una persona alegre, buena gente, excelente con todo mundo, los dos son excelentes personas y muy queridos acá, nunca han tenido problemas con ningún vecino y el aprecio es general. Yo he estado ya como 10 años acá y siempre los he atendido de cerca. Desconozco lo que pasó acá, es realmente impresionante porque la pareja ni entre ellos tenían problemas”, aseguró.
El capataz concluyó que el hijo de la víctima se mantenía al pendiente de su madre mientras que el esposo es una persona muy enferma, que requiere cuidados por un delicado padecimiento.
PERIODISTA: Gustavo Retana
CRÉDITOS: Fotos: Randall Sandoval
EMAIL: [email protected]
Martes 19 Junio, 2018
HORA: 12:00 AM
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