Mujeres en los negocios
Licda. Olga Sedó Campos*
A nivel mundial, las empresas han dado un paso adelante y un paso atrás en lo que respecta a la diversidad de género. Si bien el número de empresas con al menos una mujer en su equipo gerencial ha aumentado significativamente, la proporción de altos cargos ocupados por mujeres ha disminuido marginalmente.
Esta es la conclusión del Informe 2018 “Women in Business” (Mujeres en los negocios), realizado por Grant Thornton Internacional durante los últimos 14 años, el cual ha venido investigando el avance de las mujeres en los negocios en todo el mundo, explorando el pensamiento de los líderes empresariales y delineando pasos prácticos que pueden generar cambios. Dicho estudio captura las opiniones de 2.500 líderes empresariales de compañías listadas y privadas en 35 países alrededor del mundo.
De este informe se desprende que en el año 2018 el porcentaje de empresas con al menos una mujer en la alta dirección es de 75%, mientras que en el 2017 ese porcentaje fue de un 66%; pero, contrariamente, en lo que respecta a la proporción entre hombres y mujeres en esos mismos roles, en el 2017 las mujeres ocupaban un 25%, y en este 2018 solo representan un 24%.
Entre las conclusiones de dicha investigación se desprende el hecho de que las compañías se están perdiendo los beneficios de la verdadera diversidad, lo cual es crítico en un momento en que cada sector enfrenta dificultades, y se hace un llamado para que vayan más allá de las políticas para crear una cultura inclusiva, que conduzca a un equipo de alta dirección genuinamente heterogéneo. La mujer cada vez va asumiendo más roles a nivel de gerencia media o jefatura; sin embargo, en lo que respecta a puestos de gerencia general, presidencia o similares los cargos siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres.
Recientemente, Christine Lagarde, quien se convirtió en la primera mujer que dirige el Fondo Monetario Internacional, con motivo del Foro Económico Mundial, señaló lo siguiente: “la importancia del desafío del empoderamiento, porque darles a las mujeres y las niñas la oportunidad de tener éxito no solo es lo correcto, sino que también puede transformar las sociedades y las economías”. Ella citó casos que hablan por sí solos: “elevar la participación de la mujer en la fuerza de trabajo a la de los hombres puede impulsar el PIB, por ejemplo, en Japón hasta en un 9% y para el caso de India en un 27%”.
Todavía existen paradigmas por romper; sin embargo, es necesario que se generen oportunidades a efectos de poder demostrar el potencial femenino, y que en un futuro lo que prime sea la capacidad del individuo, sin importar si se trata de un hombre o una mujer.
*Socia de Auditoría
Grant Thornton Costa Rica
