Los principales sospechosos de asesinar a Isamara Villalta Solano, su novio Andrés Pérez Vega y su cuñado menor de edad fueron capturados en una serie de allanamientos realizados por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
La mujer de 24 años, quien era modelo, presentaba un balazo de arma calibre 9 mm en la parte trasera de la cabeza, pecho y hombro derecho; mientras que su pareja recibió el plomo en la frente y tenía lesiones en la cabeza con un objeto contuso, luego de haber sido torturado.
El infante, identificado por las autoridades como Kendall González Solano, estuvo desaparecido desde el 11 de agosto del 2017, cuando viajaba con la pareja en un BMW X6, propiedad de un allegado de Pérez.
Los asesinos viajaban en dos vehículos y emboscaron a los familiares, con armas de fuego en mano pasaron de carro a la mujer y su hermano, colocaron uno adelante y otro atrás.
Según las autoridades, a las víctimas las privaron de libertad, los llevaron a Alajuela donde permanecieron 6 horas, luego los ejecutaron con al menos dos armas de fuego calibre 9 mm y montaron en un carro 4x4.
Posteriormente, cinco sujetos los trasladaron hasta el río Jesús María en Esparza, donde en horas de la mañana meten el todoterreno hacia atrás y lanzan los cuerpos a las aguas que los arrastraron 200 metros río abajo.
El cuerpo de Villalta vestía un jeans y tenis y estaba a 50 metros de donde un grupo de pescadores ubicaron a Pérez, que yacía entre unas piedras.
En cuanto al menor, permaneció sumergido en una poza y después salió a flote, siendo localizado a 25 metros de su hermana y el novio.
La acción policial se desarrolló en Alajuela y Sarapiquí, luego de que los investigadores volvieran al macabro escenario en Guadalupe de Esparza, Puntarenas, donde con trajes especiales recolectaron alguna vegetación que compararon con la que tenían los cuerpos para así proceder con la identificación del grupo criminal.
“POLICACOS” AMBICIOSOS
Un oficial de la Fuerza Pública, de apellidos Vargas Meléndez, fue detenido en la delegación de La Guácima por haber trasladado en su vehículo los cadavéres de las tres víctimas hasta el río, al que -de acuerdo con las pesquisas- regresó meses después con su familia.
Un reconocido capo de la droga en Alajuela, de apellidos Carvajal Quirós y mano derecha de Pérez Vega, sabía que este último guardaba ¢400 millones, por lo que se puso en contacto con el esposo de su hermana, un expolicía que colgó el uniforme en enero del 2017, juntos planearon robarle la plata a Pérez.
El expolicía Saborío Segura a su vez contacta al entonces jefe de la Fuerza Pública de San Isidro de Alajuela, apellidado Barboza Pérez, y a otro antiguo compañero policía en La Guácima, de apellidos Vargas Meléndez. Ellos junto a Rodríguez Ramírez, amigo de infancia de Carvajal Quirós, urden el tumbonazo.
Para ello se disfrazan de agentes del OIJ, los llevan a San Isidro de Alajuela, donde torturan a las tres víctimas hasta que consiguen el dinero, los matan y llevan al río.
EL SALDO DEL NARCO
El triple crimen obedeció a un tumbonazo de ¢400 millones, que le hicieron a Pérez Vega, quien era el dueño de un búnker en Las Gradas de Pueblo Nuevo de Alajuela, donde generaba por semana entre ¢15 y ¢25 millones entre piedra de crack, cocaína y marihuana.
Trascendió que el fallecido adquirió el BMW en la agencia donde pagó en efectivo ¢70 millones, además tenía en su poder un Land Rover, que no ha sido ubicado, un cuadraciclo valorado en ¢15 millones y varias casas en Curridabat y León XIII. También estaba construyendo unos apartamentos en ¢300 millones cerca de la vivienda donde residía desde hacía 5 años en Alajuela.
El OIJ presume que Pérez Vega abastecía otros vendedores que operan en el sector conocido como el Infiernillo, donde se allanó y decomisó importante evidencia.
Vargas Meléndez conocía el sitio donde dejaron los cuerpos, ya que la zona es muy remota, oscuro, sin vecinos y de difícil acceso solo con carro 4x4, de lo contrario es inútil el intento.
Tras la inspección del sitio, los judiciales no ubicaron elementos balísticos, por lo que se refuerza la tesis de que fueron asesinados en Alajuela, donde el OIJ mantuvo vigilancia en tres poblados.
TRABAJO INTELIGENTE
Walter Espinoza, director del OIJ, amplió detalles de la acción policial que llevó a detener a los sospechosos del grupo criminal.
“Confirmamos datos y vemos que usaron un vehículo 4x4, tuvimos acceso a prueba científica que tras el análisis comprobamos que uno de los sujetos (Carvajal) falleció acribillado en Río Frío de Sarapiquí cuando se encontraba en una casa.
Conocía la casa, el dinero, las actividades de Pérez Vega, que facilitó la sustracción del dinero y logramos identificar al resto de los integrantes del grupo”, explicó.
Espinoza agregó que decomisaron armas de fuego, ropa, racks que tenía el carro donde transportaban los cuerpos y tras el triple crimen los sujetos adquirieron carros, casas y un montaron un negocio.
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CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Aguilar y Roger Soto, corresponsal
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Miércoles 25 Abril, 2018
HORA: 12:00 AM
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