Veintitrés oficiales de la Fuerza Pública de la delegación de Turrialba recurrieron a DIARIO EXTRA para denunciar un problema de acoso laboral.
Según manifiestan, están al borde de la desesperación ya que tras acusar los hechos en el Ministerio de Seguridad muy poco se ha hecho para corregir el comportamiento del jefe policial de la zona, de apellidos Jiménez Peña.
Los afectados aseguraron que se ha vuelto insostenible el tema que ya conocen en la Oficina de Género y Trabajo Social del Ministerio de Seguridad. Se indicó que la oficialía de Turrialba poco o nada hizo en cuanto al asunto que los agobia, por lo que en parte la regional de la Fuerza Pública conoció el tema y brindó ciertas soluciones que con el paso de los días no significaron mayores cambios. El acoso continúa.
TESTIMONIOS
El Periódico de Más Venta en Costa Rica tuvo acceso a parte de estos testimonios que las mujeres policías compartieron sobre las experiencias negativas con el intendente Jiménez Peña.
De forma anónima, debido a las obvias represalias, una de las oficiales narró sus experiencias durante el embarazo que tuvo como consecuencias que su hijo hoy padezca una enfermedad.
“Hace 5 años que estuve embarazada presenté síntomas de aborto y solicité que me reubicaran a una delegación cercana a mi casa en una zona rural y pese a que tenía indicaciones médicas, los jefes se negaron y llegó el punto que tuve que recurrir al PANI y esta institución les obligó a hacer el cambio”, denuncia la uniformada turrialbeña.
La mujer manifestó que pese a la orden del PANI para su traslado un mes antes de ser incapacitada, arbitrariamente el jefe Jiménez ordenó su traslado.
“Un mes antes de que me incapacitaran me devuelven a la delegación y como consecuencia comienzo a presentar signos de parto prematuro, que me trajo muchas consecuencias porque mi hijo no nacía. Según me indicaron los pediatras, tanto estrés afectó a mi hijo y ahora padece de colon bajo”.
AMIGOS
La gravedad del acoso a mujeres oficiales llegó a los oídos de los representantes sindicales de la policía, quienes participaron en diferentes reuniones con los jefes regionales y lograron -en parte- soluciones.
Pero con el paso de los días la jefatura volvió a las mismas prácticas de acoso y abiertamente mencionaba que su cercanía con el ministro de Seguridad, Gustavo Mata, le daba una investidura sagrada que la hace intocable.
“Los testimonios fueron muy elocuentes y pudimos ver cómo compañeras policías terminaron llorando en el momento de narrar las situaciones que vivieron.
Se habló de un jefe que pavonea y manifestaba ser íntimo amigo de Gustavo Mata y que por eso las denuncias no iban a quedar en nada”, dijo Mainor Anchía, representante de Fuerza Pública-ANEP.
El abuso de poder fue denunciando en su momento, pero también una serie de hechos más que son de preocupación para los representantes sindicales.
“En Turrialba se recibieron muchos reportes de mal ambiente laboral, de hostigamiento, actos de corrupción, favorecimientos, durante varios meses del año anterior”, expresó Anchía.
Las uniformadas están desesperadas ya que pese a las denuncias, el intendente continuó en su cargo sin ser cuestionado ni señalado.
PERIODISTA: Gustavo Retana
EMAIL: [email protected]
Martes 13 Marzo, 2018
HORA: 12:00 AM
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