242 años de aprobación del voto femenino en el mundo
Marvin Obregón A* / [email protected]
Según la historia, fue en el año 1776, en Nueva Jersey, en donde se autorizó accidentalmente el primer voto de la mujer. Se usó la palabra “personas” en vez de “mujeres” para referirse a la participación de ellas en el sufragio. Luego sucedió que ese importante logro fue abolido en 1807. Desde allí se pueden ver las luchas y sufrimientos que tuvieron que pasar aquellas mujeres valientes, decididas, de pensamiento diferente [obviamente con una conciencia y conocimiento de causa] como Carrie Chaman en Berlín y Ángela Acuña Braun en Costa Rica, sólo para citar dos ejemplos.
Pero, por otro lado, deseo aprovechar la oportunidad para indicar que una lucha como esta, librada por mujeres, sí vale la pena resaltar, porque implica una acción civil, a una mayoría beneficiada y un derecho al cual ellas desde siempre debían haberlo tenido como personas ciudadanas que eran.
¡Pero qué lástima! [y es lamentable tener que hablar de otra cosa aquí que podría no venir al caso] que cuando nuestras mujeres se enfrascan en luchas “jaladas del pelo” como las de “ideología de género” que propone pensamientos errados, que son puras “chaflanerías” sin fundamento, con las cuales en lugar de encausarse hacia algo loable, útil, coherente, brillante, se enrumban hacia laberintos intelectuales que más bien pueden confundir a mentes ingenuas y poco informadas; es el acabose! Nada más imagínense ustedes lo que sería que un joven desee defender su “derecho de diversidad de género” a ser un mango o una papaya; parece locura, pero créanme que ahorita aparece alguien por ahí con dichas inquietudes. “Para todo hay gente”
El mensaje sería: Mujeres, luchen sí [como aquellas mujeres del pasado] pero luchen por cuestiones positivas, constructivas, y no sea que enfrentando las acciones machistas de la “Orden del Patriarcado” caigan también ustedes en actitudes y conductas similares, pues eso sería copiar al verdugo y entonces estarían en contradicción y simplemente la sociedad no avanza, sino que más bien pasa de manos de un dictador a otro.
Continuemos con lo del voto. En nuestro país durante todo el siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX, tampoco pudieron las mujeres ejercer su derecho de emitir el voto. Dicho derecho les fue negado por más de 150 años. Pero ya para 1923 surgió lo que se conoció en aquel entonces con el nombre de “La Liga Feminista de Costa Rica” que fuera la primera organización que promulgó la lucha por la emancipación y el derecho de las mujeres en nuestro país.
Desde que la Liga fue erigida, las mujeres insistieron prácticamente todos años ante el Congreso para que se les reconociera el derecho de ir a las urnas. Gracias a aquel esfuerzo y tenacidad bárbaros, las mujeres obtuvieron la aprobación de poder emitir su voto en la Constitución de 1949.
¡Grandes luchas!, ¡Grandes logros!, ¿Para qué? Para que ahora en el siglo XXI muy fácilmente muchas [ojalá no sea la mayoría] tataranietas de aquellas caudillas, quienes no tienen ni la mínima idea de lo que costó ese logro, simplemente no quieran ir a las urnas electorales porque “han oído”, leído, que los candidatos inscritos en estas elecciones “no sirven para un carajo”, que no presentaron nunca un plan de gobierno cumplible, etcétera, etcétera.
¡No señoras! Y es lo mismo que les dije a los varones en el artículo “Psicología del voto” (del 4/1/ 18) un problema no se resuelve con otro problema. Aprovechen ahora que es tiempo ese derecho que muy bien lo tienen ganado.
Han pasado 68 años desde que se emitió el primer voto femenino en Costa Rica y gracias a eso son muchos los otros logros para ustedes que se han derivado de lo mismo.
Es muy larga la lista de mujeres que se podrían citar aquí quienes ejecutaron un trabajo inteligente, tenaz, por la justicia y la equidad, que se arriesgaron a participar en una actividad como la política que estaba circunscrita solo para los hombres.
Ad suffragium…
*Bach. psicología
