La paz de los funcionarios y pacientes de la Clínica Ricardo Moreno Cañas en Barrio Cuba de San José se vio interrumpida cuando se giró una alerta de bomba.
En medio del desconcierto y el escepticismo, todos los presentes fueron evacuados en una movilización que tomó casi 40 minutos en completarse y se tomó en serio hasta que llegó la Fuerza Pública.
Las autoridades recibieron el aviso alrededor de las 11:30 a.m., lo que obligó a los miembros del equipo de brigadistas a movilizarse de manera rápida y esperar por que nada malo sucediera.
Sin embargo, al final se trató de una falsa alarma que lo único que conllevó fue a que recursos innecesarios se desplegaran y un completo caos vial.
Carlos Hidalgo, vocero de la Fuerza Pública, aseguró que este tipo de acciones son llevadas por personas sin consideración alguna, no solo hacia las autoridades, sino hacia los pacientes del centro médico.
“Al ingresar la alerta efectuamos una búsqueda en la lavandería del hospital, pero no se identifica ningún artefacto explosivo, vemos una vez más que son alertas falsas por parte de ciudadanos irresponsables e inescrupulosos”, dijo.
“Sin tomar en consideración desplazar oficiales, recursos que podrían estar siendo invertidos en la seguridad de su barrio o comunidad, pero hay que atender estas alertas para evitar un mal mayor y evitar que haya personas afectadas”, continuó. Para verificar que no había objetos explosivos en el sitio, la Unidad Canina K-9 se hizo presente al lugar con los sabuesos Onyx y Otty, los cuales no encontraron ningún objeto sospechoso.
USUARIOS MOLESTOS
El malestar de los presentes no era para menos, en especial de los usuarios de los servicios, pues muchos tenían varios días esperando ser atendidos por los especialistas de la Moreno Cañas.
Tal fue el caso de Pedro Castillo, quien catalogó el hecho como una broma de muy mal gusto, pues en total fueron casi tres horas en las que se tuvieron que suspender los servicios.
“Nos dijeron que había una bomba y que había que desalojar, salimos como en cámara lenta porque pensamos que era mentira porque quien pone una bomba no dice nada y hemos perdido gran parte del día, fue una pura película”, sostuvo.
Algo muy semejante expresó Rosibel Castillo, quien se dirigía a realizar la entrega de unos documentos, pero ni siquiera la dejaron ingresar a la clínica debido a la alarma emitida.
“Yo venía a entregar una incapacidad, pero me dijeron que me retirara por mi propia seguridad porque había una bomba adentro y ahora me tengo que ir para mi trabajo y no pude entregarla, esto no es justo”, expresó.
Durante el último mes se han presentado hechos similares en distintos puntos, tal como sucedió en los tribunales de Alajuela a mediados de setiembre, lo cual preocupa a las autoridades.
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