El ser mujer implica mayores cuidados a diferencia de los hombres y parte de ello es a nivel íntimo, por eso como mujeres es muy importante saber que la presencia de flujo vaginal es algo muy normal.
El flujo aparece cuando se aproxima la fecha en que la mujer presentará el periodo menstrual. Este es importante ya que cumple varias funciones como limpiar y humectar la zona “V” además de ser una barrera protectora para combatir y prevenir diferentes tipos de infecciones
Sin embargo, también puede indicar un problema si hay alguna variante o alteración en el flujo regular, pues así se convierte en una alerta de que algo en el organismo no se encuentra bien, por eso es recomendable prestarle mucha atención.
“Es normal que la cantidad, color y textura del flujo vaginal varíe de mujer a mujer, pues todo depende de sus cambios hormonales y de la manera en que trabajen sus glándulas vaginales y el cuello uterino para transportar este líquido hacia el exterior”, expresó, Arlyne Carmona, médica de la marca Saba.
¿Cuáles son los cambios del flujo vaginal que hay que tomar en cuenta?
La mayoría de los cambios que se producen en el flujo vaginal son el indicio de una infección por hongos, virus o bacterias, o algún tipo de enfermedad de transmisión sexual. Cuando estos cambios se empiezan a presentar, por lo general, vienen acompañados de otros síntomas.
Tiene cambios en el olor (en especial si es desagradable).
Cambia su color (si se vuelve verdoso, grisáceo o se asemeja al pus).
Presenta variaciones en la textura (espumoso).
Provoca picazón, ardor, hinchazón o enrojecimiento de la zona V.
Hay un sangrado que no corresponde al período menstrual.
“Algunas mujeres no les prestan atención a los cambios que el flujo vaginal presenta durante el ciclo menstrual. En cambio, otras se preocupan por el aspecto si se vuelve más espeso, más claro o más oscuro. Esto no significa que con cada variación se debe alarmar, pero sí se debe tener cuidado cuando esto se presenta de manera consistente “indicó, Carmona
Otro aspecto importante que se debe tomar en cuenta es el color del flujo, ya que esto le indicará cómo se encuentra su salud íntima. Aunque este puede ser un indicador, siempre es necesario visitar a su ginecólogo.
Transparente: en la primera etapa del ciclo menstrual, cerca de la ovulación, el flujo es cristalino, como clara de huevo. En esta etapa la fertilidad se encuentra en un nivel alto. Previo a la menstruación el flujo es menos abundante, más espeso, oscuro y adherente.
Blanco: si el color ha cambiado a un color blanco espeso, es muy probable que se esté sufriendo de una infección por hongos provocada por la cándida. Este tipo de alteraciones vienen acompañadas de picazón en la zona “V”.
Amarillo: este tipo de flujo es provocado por parásitos urogenitales, siendo más comunes las tricomonas, que pueden adquirirse mediante transmisión sexual. Los síntomas que las mujeres pueden percibir es olor fuerte y dolor al orinar.
Grisáceo: este flujo vaginal se caracteriza por tener un olor fuerte, similar al pescado, además de ser espeso y abundante. Si presenta este tipo de color en su flujo vaginal es momento de visitar a un ginecólogo lo más pronto posible.
Flujo marrón oscuro: puede influenciar mucho con el periodo, sobre todo si lo detecta al principio y final del ciclo como un rastro apenas de sangre. Si no estás con la menstruación y aparece este tipo de mancha, puede tratarse de un embarazo.
