Competencias actuales para las mujeres líderes
Yolanda Fernández Ochoa*
Muchos años de trabajo intelectual no reconocido nos han hecho crecer y sobre todo creer que las mujeres tenemos las capacidades necesarias para ocupar cualquier cargo que nos propongamos.
Ya está más que comprobado que trabajar en equidad suma. Que las empresas que han logrado equilibrar sus puestos de mando entre mujeres y hombres logran una mayor productividad, ya que vivir en igualdad multiplica. Hoy día los espacios profesionales no tienen género.
Según el Informe de la Organización Internacional del Trabajo, solamente un 4,2% de los puestos de directores ejecutivos (CEO) en América Latina son ocupados por mujeres. Este es un rezago en materia de equidad que se agrava con la desigualdad salarial que persiste. Y lo más preocupante es que se acentúa cuanto más alto es el puesto de trabajo.
Nuevos datos del Instituto Peterson de Economía Internacional confirman que elegir mujeres para cargos de alta dirección genera mayor rentabilidad en las organizaciones. De acuerdo con el estudio “Is Gender Diversity Profitable?”, en el que se hicieron 21.980 encuestas a empresas globales que cotizan en la bolsa en 91 países de diversas industrias, tener al menos un 30% de mujeres en puestos de alta dirección en una organización añade 6% más de margen de utilidades netas.
Pero ¿cuánto hemos avanzado en Costa Rica en materia de igualdad de género? Según el Global Gender Gap Report (Informe de la brecha global de género) realizado por el Foro Económico Mundial, Costa Rica está en el puesto 32 entre 144 países. Lo preocupante es que, a nivel global, si se mantiene este ritmo, la paridad de género se alcanzaría hasta en el año 2186.
El estudio, publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y conducido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), muestra que las mujeres poseen y gestionan más del 30% de todos los negocios, pero que es más común encontrarlas en pequeñas y microempresas.
Es necesario enfocar los esfuerzos y generar un semillero de mujeres líderes, lo cual depende de nosotras mismas. Desde la Cámara de Comercio de Costa Rica, nos hemos dado a la tarea de ayudar a diferentes empresarias a impulsar el crecimiento de los negocios, como elemento fundamental para aumentar la igualdad de género; pero además como motor para el desarrollo económico nacional. Creemos en la importancia de dar oportunidad a las mujeres y que desarrollen un trabajo de equidad con los hombres, ejemplo de esto es la paridad lograda en nuestra Junta Directiva, presidida por la primera mujer electa Presidenta en más de 102 años de existencia.
Durante el 2016 y lo que va del 2017, han participado en las capacitaciones más de 250 mujeres, de diferentes sectores, mediante Foros, Charlas y Conversatorios en áreas como computación, mercadeo digital, administración de negocios, legislación laboral, entre otros. Se procura que un porcentaje de la asistencia a estas actividades sea mediante becas para mujeres de escasos recursos.
En el exhaustivo estudio denominado “Women in the Workplace 2016”, donde se evalúa el estado de las mujeres en la América corporativa, se considera que el compromiso de las empresas con la diversidad de género está en su punto más alto. Evidencia que las compañías están luchando para poner en práctica su compromiso, sin embargo, aún existen muchos empleadores que no están trabajando en el cambio.
Las empresas necesitan presentar la diversidad de género como un imperativo empresarial y eso empieza con una mejor comunicación, más capacitación y un enfoque más claro en los resultados.
Nosotras mismas debemos cuestionarnos sobre nuestro plan de vida, que incluye la parte personal, familiar y social y cómo encajan los objetivos profesionales dentro de nuestro desarrollo. En muchos de los casos, lo que se necesita es buscar soluciones flexibles, romper barreras culturales y por supuesto encontrar el apoyo financiero de las empresas para poder compaginar los compromisos laborales con los familiares.
Por naturaleza, las mujeres somos más conciliadoras, detallistas y optamos por negociar antes que atacar, lo cual nos hace especiales para la resolución de conflictos. Somos un agente de paz, un agente de armonía.
Según estudios de la socióloga británica Dianne Hales, una mujer usa unas 23 mil palabras al día, mientras que los hombres alcanzan la cifra a la mitad. Razón para afirmar que ellas se comunican verbalmente mejor que el género masculino y por lo tanto pueden ejercer satisfactoriamente puestos de dirección en los que tengan a su cargo personal.
Es necesario que más mujeres empiecen a visibilizarse, a externar su disposición a crecer laboralmente, levantar la mano, luchar, nunca rendirnos y mostrar disponibilidad ante cualquier reto que se nos presente. Y cuando la puerta se abra, hacer nuestro mejor esfuerzo para lograr que más mujeres puedan consolidarse dentro de un estilo de liderazgo colaborativo donde hombres y mujeres trabajen por un mejor futuro de sus empresas y la sociedad.
*Presidenta Cámara de Comercio de Costa Rica
