Retrasos de hasta 15 minutos se presentaron en todos los vuelos del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, debido a una protesta que llevan a cabo los controladores aéreos.
Dicha medida, ha sido denominada como una “llamada de atención” a las autoridades de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) por una multa que se podría cobrar a este gremio perteneciente al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
El que una persona pueda o no salir del país es una potestad que únicamente compete a los oficiales de Migración, sin embargo, si una persona logra dejar el país en avión, hay una sanción económica.
Dicha multa no será para el oficial de Migración que permita que esa persona salga del país, sino para el controlador aéreo que deje que el avión despegue y por ello deberá pagar $10.000, es decir ¢5.640.580.
Así lo explicó Ronald Vega del Sindicato Técnico de Navegación Aérea (Sitecna), quien aseguró que continuarán demorando todos los vuelos que entren y salgan del país hasta que se resuelva dicho problema.
“Desde el 2009 estamos con ese problema y lo hemos discutido por años, pero ya nos cansamos de que no nos hagan caso, por lo que hemos decidido empezar con este llamado de atención”, sostuvo.
Según la Ley General de Migración y Extranjería (Ley 8.764), el controlador no solo se expone a la millonaria multa, sino también a que se abra un proceso administrativo en su contra que culminará en su despido según el artículo 164.
Esto mantiene en vilo a los profesionales en esta materia, pues, aunque hasta hoy no se ha presentado ningún caso de este tipo, el peligro seguirá latente hasta que la modificación en la normativa se lleve a cabo.
EMPLEADOS DEL MOPT,
NO DE MIGRACIÓN
Algo que los controladores han reclamado durante los últimos años, es que ellos no son empleados de Migración, sino del MOPT, por lo que dentro de sus competencias no se encuentra el verificar el estado migratorio de cada pasajero.
“Nosotros nos encargamos de una labor que es controlar y prevenir accidentes al despegue y aterrizaje de las aeronaves, no a investigar quién puede o no salir del país, eso literalmente es tirarnos la bola de algo que no nos corresponde”, sostuvo. “Esto es por la ineficiencia del sistema de Migración, es algo que se tiene que dar entre ellos y la línea aérea, entonces muy fácil encontrar entre nosotros un pararrayos de todo ese trabajo ineficiente que tiene”, insistió.
¿RETRASOS SEGUROS?
Los retrasos en cada uno de los vuelos se llevarán a cabo volviéndose más estrictos en las medidas de seguridad que se aplican para el momento de cada aterrizaje o despegue de las aeronaves.
Por ejemplo, cuando un avión despega, se deja transcurrir un tiempo prudencial para que la siguiente aeronave no se vea afectada por las corrientes de aire, entonces lo que hacen es utilizar el tiempo máximo de espera.
En vez de que un avión tenga que esperar 5 minutos como mínimo para que las corrientes de aire no afecten, les hacen esperar el tiempo máximo el cual sería de hasta 15 minutos.
De igual forma antes de aterrizar, cuando los aviones se encuentran sobrevolando para descender deben mantener una distancia mínima de 5 millas entre cada uno, sin embargo, se utilizará la distancia máxima, es decir 10 millas.
La medida continuará no sólo en el Juan Santamaría, sino también en el resto de las terminales aéreas clasificadas como internacionales de mayor tráfico como son el Daniel Oduber y el Tobías Bolaños.
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CRÉDITOS: Fotos: Sitecna
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Miércoles 26 Julio, 2017
HORA: 12:00 AM
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