La Selección Nacional mayor de fútbol cierra la primera vuelta de la hexagonal en un cómodo segundo lugar en la tabla de posiciones con 8 puntos, pero con las luces de emergencia encendidas debido a que este primer semestre del 2017 no ha sacado los resultados esperados ni ha alcanzado su mejor versión de juego.
Las últimas tres presentaciones en el camino a Rusia 2018 las saldó con una derrota, 2-0 frente a México en el Estadio Azteca (24 de marzo pasado), y dos empates, 1-1 contra Honduras en el estadio Francisco Morazán (28 de marzo) y 0-0 ante Panamá en el Estadio Nacional (8 de junio). De 9 puntos el combinado patrio solo sumó dos, dejando en claro que el equipo dirigido por Óscar Ramírez no muestra la misma cara que el año pasado y que gastó la mitad de los ahorros que acumulaba para el resto de la eliminatoria.
Lo que más preocupa al cuerpo técnico son los dos puntos que la Tricolor dejó escapar el pasado jueves en casa ante los canaleros.
A lo interno del camerino entienden que “regalar” puntos como local es ponerse la soga al cuello.
El balance es mucho más negativo si le añadimos los resultados cosechados en la Copa de Naciones Uncaf, disputada a inicios de año en Panamá. En el torneo regional la Sele solo ganó un partido de cinco, luego de golear 3-0 al débil Belice. Empató 0-0 ante El Salvador y Nicaragua; y 1-1 contra el representativo de Honduras. Y perdió 1-0 frente a Panamá.
Si bien es cierto a este certamen el “Machillo” llevó un cuadro alternativo, la imagen quedó manchada.
Tras el brillante papel que hizo Costa Rica en el mundial Brasil 2014, superó sin despeinarse la primera etapa de la eliminatoria (fase cuadrangular) y tuvo un prometedor inicio en la hexagonal, con victoria de visita 0-2 en Trinidad y Tobago y goleada en casa 4-0 ante Estados Unidos. Pero en este 2017 cayó en un bache del que espera salir cuanto antes para no comprometer el pase a Rusia.
UNIÓN DE GRUPO
Los jugadores apelan a la unión de grupo, que fue la principal arma en Brasil hace tres años, para dejar atrás el mal momento y volver a retomar el camino de la victoria.
“La base de este grupo ha sido siempre estar unidos, no siempre serán momentos buenos, vendrán momentos complicados que como grupo tenemos que superar”, dijo el lateral Cristian Gamboa.
“El grupo está bastante fuerte, se hablaron las cosas y tenemos que ganar ante Trinidad y Tobago, no podemos dejar más puntos en casa, y este partido que viene será importante para nosotros”, subrayó David Guzmán, quien añadió que la mentalidad del grupo siempre será positiva, de redoblar esfuerzos y salir a ganar en cualquier cancha.
Para el defensor Johnny Acosta “el grupo se mantiene unido, todos estamos luchando y pensando en un mismo objetivo, y vamos a correr y meter al máximo para conseguirlo”.
Y el también zaguero, Kendall Waston, apuntó: “El equipo sigue demostrando la unión y fortaleza que hay en el camerino. En casa ya no tenemos margen de error y lo tenemos claro”.
OPORTUNIDAD DE ORO
A su vez, en el interior de la Sele ven en el partido de mañana, frente a Trinidad y Tobago, la oportunidad perfecta para volver a la victoria y dejar atrás el mal momento.
El juego reúne ingredientes que los seleccionados esperan aprovechar para retomar la confianza: es en casa, ante el último lugar de la clasificación por lo que se puede quitar un rival de encima dejándolo casi eliminado, busca retomar el nivel de juego y demostrar que el empate ante Panamá fue un traspié.
“Ahora no nos queda otro chance que es ganar el partido que viene para seguir puntuando, como grupo hablamos, quedamos en que no puede volver a pasar lo que se dio ante Panamá”, manifestó Gamboa.
“Nos toca levantar la cabeza y afrontar de buena manera el partido ante Trinidad y Tobago”, indicó Ronald Matarrita.
El duelo ante los trinitarios será mañana a las 8 de la noche en el Estadio Nacional.
