Cada historia tiene elementos particulares que la identifican, pero la de doña Marta Sibaja Solano es de aquellas que pocas veces usted escuchará, ya que tras 30 años dedicada 100% a su profesión como educadora y posteriormente pensionarse, descubrió que tenía una mano especial para pintar y plasmar en lienzo su profundo amor por la naturaleza.
Aunque de pequeña mostró cierto interés por el arte, nunca se le había pasado por la cabeza sentarse con un pincel y las témperas para realizar algún cuadro en particular, incluso no fue sino hasta los 52 años que decidió inscribirse en la Casa del Artista para explorar ese gusto por las pinturas, descubriendo que tenía la habilidad para pintar sin tener que recibir tanta inducción.
“Yo nunca tuve nada que ver con artes plásticas, yo di por muchos años educación primaria y secundaria en un colegio técnico, daba contabilidad, estadística, relaciones humanas y nada que ver con el arte. Yo digo que ese gusanillo por el arte surgió por ese amor que yo le tengo a la naturaleza y a la creación de Dios, eso es algo que me llena por completo”, comentó.
POCO QUE APRENDER
Aunque recibió lecciones y pudo afinar algunos detalles en su técnica, doña Marta asegura que su formación fue prácticamente autodidacta, debido a la facilidad que mostró a la hora de pintar ante sus profesores, aunque confiesa que nunca había agarrado un pincel, incluso desconocía los nombres de los implementos y demás, algo que no influyó.
“Recuerdo cuando realicé mi primer cuadro, quedó todo mal y poco a poco fui mejorando, aunque me hace falta más experiencia, puedo decir que todos los días se aprende en el arte. Yo no tengo horas fijas para pintar porque me dedico a mi casa, me gusta pasear y compartir con mis hijos, entonces cualquier ratito que tenga libre lo utilizo para esto”, mencionó.
Con respecto a su técnica y la forma en que realiza sus trabajos, el óleo es la más especial e indicada para explotar su talento, debido a que ella misma confiesa que le facilita las tareas por su suavidad y textura.
Sus cuadros han viajado al extranjero, incluso tiene una galería de arte en su casa ubicada en San Antonio de Coronado, aunque para ella esto es un simple entretenimiento que disfruta todos los días.
