A partir de este mes empieza el cobro de los impuestos más altos para el bolsillo de los costarricenses. Uno de los menos esperados es el de la renta porque representa un duro golpe.
Este se aplica a todas las personas o empresas que actualmente tienen un negocio. Se incluye a todo profesional liberal con una actividad lucrativa, incluyendo a contadores, abogados y médicos, entre otros.
El pago se debe realizar al 15 de diciembre. Aunado a ello, se debe presentar la declaración.
Carla Coghi, socia de impuestos de Deloitte, explicó que la ventaja es que este año no se cambió el sistema tributario. Este comenzó a funcionar el año anterior.
Se trata de la Administración Tributaria Virtual (ATV), que se supone puede aguantar el ingreso masivo de información.
El mayor problema con renta es que muchas personas cometen errores al intentar definir qué es un gasto válido para el fisco.
De acuerdo con la experta, si alguna persona tiene dudas puede recurrir a Atención al Contribuyente de la Dirección General de Tributación.
Coghi explicó que no siempre la declaración informativa debe coincidir con el pago. Se debe decir si prestó cualquier servicio de ¢1 para arriba.
“Es un error muy común que la gente piense solo hice dos facturas en el año, no tengo que declararlo, pero sí debe hacerlo, si ganó ¢2 millones debe declararlo”, agregó.
En el caso de quienes trabajan como asalariados, el pago de renta lo hace la empresa directamente.
Otro de los impuestos es el de patentes. Este se presenta en enero de 2017 y se aplica para empresas y personas con una actividad en el cantón. “Los ingresos determinan el pago trimestral para el siguiente año, en función de ello se paga más o menos”, comentó.
En el mismo mes llega el pago del impuesto conocido popularmente como a las “casas de lujo”, que deben cancelar las viviendas cuyo valor sea de ¢100 millones en adelante.
“El año pasado los contribuyentes presentaron esta declaración, es decir este año no hay que presentarla. Se hace cada tres años, pero el pago es anual. La gente considera que el impuesto recaudado no va a las casas de lujo, entonces decide mejor no pagarlo. Hay casas que deberían pagar desde ¢900 mil”, añadió la experta.
El cobro del impuesto prescribe a los cuatro años, pero si llegan a cobrarle con multa e intereses terminaría pagando incluso el doble.
Para algunas personas se junta con el impuesto de bienes inmuebles, que se paga por trimestre. Se paga de acuerdo con el valor registral de la municipalidad.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
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Sábado 03 Diciembre, 2016
HORA: 12:00 AM
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