Walter Centeno:
“El que diga que La Cueva no pesa es que tiene miedo”
¡El Rey! Walter “Paté” Centeno compartió con los aficionados sus anécdotas y experiencias en clásicos previo al juego de este sábado. Lo hizo en una amena transmisión en vivo desde el perfil de Facebook de su amigo y excompañero de mil batallas Gabriel Badilla. Centeno, quien ahora dirige a Grecia en la Liga de Ascenso, habló de estos temas durante la charla.
CLÁSICOS EN SU ÉPOCA
“Para nosotros eran como dicen en Europa, noches de Champions, noches de La Cueva, eran noches en las cuales este estadio estaba siempre a reventar y por lo general siempre íbamos contra la pared, nos tocó revertir varios partidos. Nosotros no ganábamos con tanto fútbol pero sí ganábamos por medio de nuestra afición, porque nos tenía tanta confianza, que ya vamos ganando con solo salir a la cancha”.
EL PESO DE LA CUEVA
“Este estadio pesa para cualquier persona, la persona que diga que este estadio no pesa es porque tiene miedo, sinceramente, porque este estadio irradia muchas cosas, han pasado muchos grandes jugadores, guarda una gran historia, así que el que diga lo contrario es mentiroso primero y segundo tiene miedo”.
CÓMO ENFRENTAR ESTOS PARTIDOS
“Son legados que han dejado muchos excapitanes y líderes, pero eran los partidos más fáciles porque ya con solo ver el gesto y la concentración de los grandes, el joven se va a contagiar, cuando sales a la cancha el que no se contagia es porque está muerto”.
SU MEJOR RECUERDO
“Cuando perdimos 2 a 0 allá, todo el mundo dijo que Alajuela ya iba a ser campeón, yo siempre iba adelante en el bus y ese día me llamaron todos los jugadores, me llamaron Celso, Caya, Solís, Alpízar, Badilla, Jervis, el partido de vuelta era a los tres días, y me dicen: ‘¿Estamos feos verdad?’. Yo les dije: ‘Tranquilos, mañana hablamos’. Nos encerramos en Casa Conde, todas las noches jugábamos póquer pero la noche antes prohibimos jugar póquer porque al día siguiente había algo importante, al día siguiente salimos todos de las habitaciones a las 7 de la mañana y el ‘Loco’ Alemán dijo: ‘Compas, hoy ganamos’ y eso fue como una inyección para todos tremenda y ahí me di cuenta que íbamos a ganar, en 10 minutos ya ganábamos 2 a 0 y luego hicimos el tercero. Fue una noche inolvidable, donde siempre jugamos al límite”.
LA CLAVE PARA GANAR
“Me acuerdo en el 2003 que hubo una bola en el último minuto y se me acercó Jervis a preguntarme dónde ponerse, le dije que se fuera a poner en la pura barrera y me pregunta si va a ser gol y le digo: ‘Sí, va a ser gol’. Era parte de la confianza. El jugador a veces no conoce a sus compañeros, sus fortalezas y sus debilidades, ya nosotros llegamos a un grado de madurez muy grande, entonces era la confianza que tenían en uno, son horas cancha que no las da nada, ni las charlas”.
Wilmer López recuerda los clásicos vestido de manudo:
“Antes había un poco más de amor a la institución”
Wilmer López, exjugador de Alajuelense y actual asistente de Guilherme Farinha, recuerda en detalle cómo eran los clásicos cuando él debía defender los colores manudos en el terreno de juego.
¿Qué se le viene a la mente cuando le hablan de un clásico?
-Se vienen recuerdos bonitos de momentos agradables cuando uno era jugador activo, tampoco se puede dejar pasar momentos difíciles que se vivieron.
¿Un recuerdo bueno?
-Cuando jugamos la final de Concacaf (2004), fue un clásico nacional, nosotros salimos campeones y anoté en los dos partidos; eso es un recuerdo muy grato.
¿Un momento amargo?
-Las derrotas, situaciones complicadas en las que tal vez uno va ganando y termina perdiendo. También juegos que definían ir a una final para luchar el título y no lo conseguíamos.
¿Cuándo usted jugaba había más ambiente previo a un clásico?
-Yo siento que sí, era diferente, había más sentimiento, antes había un poco más de amor a la institución en la que uno estaba, había más rivalidad por eso, siento que se ha ido perdiendo, dejando de lado, lógicamente siempre llama la atención, es motivante y halagador, pero ha bajado un poco.
¿Como jugador se vive diferente una semana de clásico a una normal?
-Claro, no cabe duda, es muy diferente cuando uno sabe que puede ser protagonista. Cuando uno va a tener la acción directa dentro del terreno de jugo, se sabe que se va a tener el apoyo o el silbido de la afición contraria.
¿Se duerme tranquilo?
-Yo siempre dormí muy bien, esos partidos generan una adrenalina bastante linda y fuerte, pero no para hacerlo pasar una mala noche; todo lo contrario.
¿Cómo vive un clásico ahora?
-Todo es muy diferente, uno está atado de pies y manos, lo único que se puede hacer es hablar, guiar, aconsejar; hasta ahí se puede llegar. No se pueden definir situaciones dentro del terreno de juego que antes sí se podían hacer.
¿Qué les aconseja a los jugadores?
-Que estos son los partidos que a uno lo catapultan, lo hacen que una afición lo admire, lo apoye, lo acuerpe, o por qué no, son partidos donde uno se puede echar en contra a la propia afición. En estos partidos es donde se ve de qué está hecho el jugador, porque a veces puede venir jugando muy bien en otros encuentros, pero en un clásico que siempre se pide un poco más, tal vez no rinda igual.
¿Qué opina del clásico de mañana?
-Los dos equipos llegamos en situaciones diferentes, Saprissa llega en una posición muy buena, podría asegurar ya la clasificación y por qué no dejarnos fuera de combate para pelear el primer puesto. Para nosotros este partido encierra mucho, si ganamos es una motivación, un aliciente, es seguir con la esperanza del primer lugar, sería un golpe de gran motivación para la segunda etapa.
PERIODISTA: Pedro Retana Cuendis
CRÉDITOS: Andrés Zárate Sánchez
EMAIL: [email protected]
Viernes 28 Octubre, 2016
HORA: 12:00 AM
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