En la actualidad muchas adolescentes prefieren desviar su camino y enfocarse en cosas que realmente no valen la pena, pero Daniel Cascante Núñez quiso concentrarse en explotar sus talentos y hacerlo de la mejor manera. Con 15 años de edad, este joven alajuelense toca el piano y también hace arte con la piel de los demás, ya que realiza tatuajes temporales con diseños especiales.
Desde los 10 años está dedicado a la música con su instrumento favorito, pero también en sus adentros debía manifestarle algo al mundo que tenía bien escondido, se trata de los populares “Tatoos” que realiza desde hace nueve meses. Esta pasión, junto al piano, conforman un complemento de su personalidad, cargada de mucho dinamismo.
“El piano siempre me ha gustado, esto viene de mi papá que me enseñó siempre el amor por la música. Él también toca piano, entonces esto es algo que viene de familia. Con los tatuajes una vez me realizaron uno y me pareció demasiado chiva, comencé primero haciéndoselos a mi familia y posteriormente pude convertirlo en todo un negocio”, comentó.
¿CÓMO LOS HACE?
Daniel nos comentó que utiliza la “gena”, producto que es como un barrito que se aplica como un cono que permite ejecutar el diseño que se desea. Hasta el momento ha realizado más de 100 tatuajes para niños, jóvenes y adultos, quienes se muestran encantados de hacerse un diseño que puede ser removido posteriormente.
“El costo de un trabajo depende del tamaño y el diseño, van de ¢2 mil en adelante, todavía no he pintado cuerpos enteros o brazos hasta el momento. El trabajo que más me ha costado fue un tribal que le hice a mi papá, fue el que más tiempo tardé, estos tatuajes duran como una semana”, dijo.
El pigmento natural que utiliza Daniel hace que los clientes salgan satisfechos ya que les permite lucir algo diferente y de paso no tendrán que llevarlo para toda su vida, un talento que pudo explotar con base en la observación y que espera seguir realizando.
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CRÉDITOS: Fotos: Róger Soto
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Viernes 21 Octubre, 2016
HORA: 12:00 AM
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