“Costa Rica enfrenta importantes retos en materia de empleo y, para hacerles frente, se requiere de mayor articulación de esfuerzos entre el Estado, las empresas, los centros educativos y las familias”, asegura la experta en economía Roxana Morales. Según datos dados a conocer por la especialista, el 70% de las personas sin trabajo tienen edades entre 15 y 34 años.
Los datos provienen de la Encuesta Continua de Empleo (ECE), que trimestralmente publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según Morales, entre muchas otras acciones es necesario alinear la oferta y la demanda laboral, cerrar las brechas sociales y de género que persisten, así como crear suficientes oportunidades de empleo. Además, se requiere dotar a la población de las herramientas necesarias que le permita insertarse exitosamente en el mercado laboral y de esta manera, reducir los niveles de pobreza y de desigualdad en el país.
La experta indica que del total de desempleados el 40,5% son jóvenes, es decir, se encuentran en el grupo de edad de 15-24 años (82.120), y el 30% (60.734) tiene entre 25 y 34 años. Ambos grupos suman el 70%; lo que significa, según la académica, que gran parte de las políticas públicas para la generación de empleos deben focalizarse en atender las necesidades de esta población.
En el II trimestre de 2016, de las 202.563 personas sin trabajo el 45% son mujeres (91.286) y el 55% hombres (111.277). En términos absolutos, hay más hombres que mujeres en situación de desempleo, no obstante, la tasa de desempleo abierto entre ellas (11,2%) es mayor que entre ellos (8,3%), es decir, a las mujeres se les dificulta más conseguir trabajo remunerado.
TÍTULOS NO SON GARANTÍA
Los datos de la ECE indican que un 12% posee algún título universitario (24.367), en otras palabras, contar con estudios superiores no es garantía para conseguir empleo. Existen algunas carreras sobresaturadas y personas, principalmente jóvenes, que aunque cuentan con una carrera profesional, no tienen experiencia laboral. Tampoco tienen conocimientos complementarios como dominio de otros idiomas, manejo de Internet o algún software en particular; o bien, no reciben una buena evaluación -por parte de los reclutadores de personal- en cuanto al desarrollo de habilidades blandas (comunicación, relaciones personales, liderazgo, creatividad, capacidad de trabajar en equipo, responsabilidad, honestidad, compromiso, proactividad, entre otras), agrega la analista de la UNA.
Los números indican que el 74% de los hombres desempleados no concluyeron la secundaria (82.984 de los 111.277), mientras que entre las mujeres la cifra corresponde al 59,5% (54.275 de las 91.286 desempleadas).
Además, el 8% de los hombres sin trabajo posee algún título universitario (8.887), mientras que entre las mujeres desempleadas el dato es del 17%, lo que concluye que, en promedio, las desempleadas tienen un mayor nivel educativo que los hombres en la misma condición.
