El caso que ha vivido durante sus últimos tres años Jorge Pinta, de 71 años de edad, ha sido del conocimiento general y muchos le han apoyado, así como también ha tenido su contraparte.
La primera vez que hizo frente al apremio corporal fue encerrado en el Centro Penitenciario La Reforma por una deuda de ¢21,6 millones. Luego de estar encarcelado 252 días, un juez reconoce que este hombre, quien en el pasado tenía gran solvencia económica, no contaba con recursos para hacer frente a la millonaria pensión.
RESOLUCIÓN
Un juez de familia del Primer Circuito Judicial de San José estableció, mediante la sentencia 238-16 del expediente 13-700136-0242 que Jorge Pita no cuenta con recursos económicos para cancelar los ¢129,6 millones que en tres años había acumulado su pensión alimentaria; desde el 30 de junio del 2013.
Pese a que Pita era una persona solvente, la discusión del divorcio se trajo abajo una serie de negocios que el afectado indica fueron irregularmente tomados por su esposa. “Don Jorge y su esposa desarrollaban negocios mutuos administrados bajo una sociedad anónima, donde ambos tenían poder por igual. A raíz de la separación la mujer traspasa todos los bienes y deja a Don Jorge sin nada. Él pudo pagar la pensión de ¢4 millones por unos meses, pero rápido se le acabó el dinero”, explicó el abogado defensor, Arcelio Hernández.
A partir de ese momento el apremiado no logró hacer frente a la pensión y terminó en la cárcel. “Comienza a perderse patrimonio que pertenecería en un futuro a la hija, como una casa en España y otra en Miami, con valor de ¢500 millones, pero todo esto se perdió. En parte se dispuso de ellas y en otra se dejó perder la hipoteca”, detalló Hernández.
SACADA DE CLAVO
Luego de tres años de lucha, el abogado de Pita considera que el apremio corporal es utilizado por algunas personas para encarcelar por venganza a sus exparejas y para evadir el debido proceso utilizan la figura del apremio corporal. “Hay gente que está allí por una sacada de clavo, pero lo que menos les interesa es que paguen, sino que queden encarcelados sin un debido proceso y sin demostrar su culpabilidad. El apremio corporal es un acto brutal que viola todos los principios que tienen que ver con la dignidad humana”, manifestó Hernández.
El abogado deja claro que la intención con el proyecto Nº 15.301, que presentó junto al diputado Óscar Lopez, no es eliminar el apremio sino ajustarlo a la realidad. “La intención no es quitar el apremio, sino cambiarlo para que el deudor se vea obligado a dormir en la cárcel pero que tenga opciones de trabajo, contrario a lo que existe ahora que dura seis meses y los hijos no reciben ningún dinero ni soluciona nada”, recalcó Hernández.
Jorge Pita mantiene una demanda contra su exesposa por administración fraudulenta y la acusa por apropiarse de bienes de una sociedad en la que eran propietarios. La mujer supuestamente aprovechó que su marido estaba en el cárcel para desmantelar la empresa. Los hechos serán juzgados en un tribunal.
PERIODISTA: Gustavo Retana
EMAIL: [email protected]
Viernes 09 Septiembre, 2016
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA