Los constantes aguaceros caídos en las últimas horas mantienen a Quepos inundado, lo que provoca que decenas de familias salgan huyendo de sus viviendas y se refugien en albergues donde la ayuda aún no llega con prontitud.
Según las autoridades, comunidades como Hatillo Nuevo y Viejo, parte de Dominical, Dos Bocas, San Miguel han sido afectados por el rebalse de los ríos Portalón, Saavegre, Matapalo y Dos Bocas que carcomió por debajo del puente de la carretera Interamericana Sur, además lavó la calle de la entrada a los hatillos por la estructura nueva.
En Hatillo Nuevo existe un albergue con 64 personas distribuidas en 18 familias, sin embargo, otros han vuelto a la vivienda porque les da miedo que los amigos de lo ajeno los dejen sin nada.
La Comisión Local de Emergencias ha dado colchones y agua potable, pero carece de ropa para los niños menores de 10 años, que lo han perdido todo debido a la crecida de los ríos. Asimismo se cuenta con la problemática que la situación dejó zancudos en una zona catalogada como peligrosa por el dengue y zika.
Alejandra Quesada, jefa del Área de Salud de Quepos, manifestó a DIARIO EXTRA que la lluvia no ha tenido contemplaciones.
“Varias familias están para proyectos de vivienda luego de que en el 2010 se vieran afectadas por un temporal parecido, por lo que se les dará seguimiento mientras estén en albergues. No arriesgamos que las personas se regresen a sus casas, hasta que el Instituto Meteorológico diga que las condiciones mejoran, este fin de semana estarán monitoreando”, explicó.
Quesada agregó que en el sector de San Cristóbal sus pobladores están incomunicados, mientras que el Consejo Nacional de Vialidad realiza valoraciones de las acciones más afectadas.
Daniel Jiménez Vargas perdió todo en la casa, por lo que solicita ayuda para volver a levantarse de la furia de la naturaleza.
“Tenía 45 años de vivir, es la segunda vez que me pasa, pero en esta ocasión es más fuerte, luego de que el huracán Tomás devastó todo. En esta ocasión fue demasiado, nos botó todo, no quiero vivir más ahí, tengo temor a perder mi familia; la fuerza del agua es descomunal”, explicó.
Trascendió que en la comunidad de El Silencio llevan 24 horas sin agua, sin embargo, los albergados gozan del preciado líquido que les llegan a dejar. Los lugareños esperan que la Comisión Nacional de Emergencias ayude con la declaratoria de alerta.
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CRÉDITOS: Fotos: Alexánder Pérez, corresponsal
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Sábado 27 Agosto, 2016
HORA: 12:00 AM
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