La llegada de la agrupación argentina, la legendaria Les Luthiers, a Costa Rica, mantiene muy pendientes a los fanáticos costarricenses, quienes tienen una cita obligada el 17 y 18 de setiembre en el Palacio de los Deportes de Heredia para ver la puesta en escena del grupo “che”, llamada “Chist”. Desde Argentina conversó Marcos Mundstock, uno de sus líderes.
Hola, ¿solo tenemos 10 minutos?
- Sí, correcto, pero podemos hablar 15 minutos, mientras no sea una hora, está bien (risas).
Su presencia en Costa Rica es noticia, ¿qué opinión le merece?
- Estamos felices de ir a Costa Rica y estamos felices por volverlo a hacer, claro. Sabemos que nos quieren tanto y es un hermoso país. No hemos vuelto por muchas razones, pero lo bueno es que ya casi volvemos y esperamos que la gente disfrute del espectáculo.
¿Hace cuánto no vienen?
- Hace mucho, pero no es un hecho aislado de Costa Rica, sino que dejamos de hacer giras por Latinoamérica hace rato.
Un anuncio luctuoso: falleció Nicolás Baker, el empresario artístico que los traía siempre al país. ¿Qué recuerdos tiene de él?
- (Habla lento, triste y con mucho tacto). Nos dimos cuenta, claro. Era una persona muy valiosa. A la distancia, nos cuentan que don Nicolás fue una persona muy importante para el mundo del espectáculo y la cultura de Costa Rica.
Volviendo al show, ¿alguna anécdota en el país?
- Me acuerdo aspectos generales, tienen un público muy efusivo que nos daba mucho placer. Eso es lo que nosotros recibimos en el espectáculo, las respuestas de las risas. Me acuerdo, claro, la gran calidez del público costarricense. No recuerdo una anécdota en especial.
¿Fue al volcán?
- Sí, fuimos al volcán y me acuerdo de algo de la gastronomía del país. Ayúdeme…
¿Gallo pinto?, que es arroz con frijoles…
- (Risas). Sí, eso. Me estoy acordando, qué rico.
De cara al show, ¿hay impacto por la muerte de su amigo Daniel Rabinovich?
- Nosotros, aparte de nuestra actividad artística, somos hermanos. Se lo pongo muy fácil, se nos ha muerto un hermano. Las muertes, las bodas, los viajes y los romances los mantenemos muy privados. No lucramos con eso ni hacemos show.
Se nos ha muerto un hermano desde hace un año, que Daniel no podía trabajar. Sabíamos que la cosa tarde o temprano iba a terminar mal. Este domingo (el pasado domingo) será un año de su muerte y es un dolor muy grande. Cuando ya veíamos venir el desenlace, nos preguntábamos todos “¿Seguimos? ¿Paramos? ¿Qué hacemos?”.
Decidimos seguir por nuestro propio bien y porque tenemos gente que nos pide que sigamos. El mismo Daniel nos daba a entender que siempre había que seguir, incluso que armáramos equipos alternativos, claro, dirigidos y supervisados por nosotros.
Una vez tomada la decisión de continuar, tuvimos la necesidad de hacer el duelo.
En otra cosa, recientemente pasaron por Costa Rica los Lutherieces, un grupo que los imita. ¿Qué saben de ellos? ¿Los han visto?
- No los sigo especialmente y las veces que han arrimado algún vídeo que mandan, me siento honrado porque usan nuestro repertorio. Yo los veo como que si se estuvieran graduando de Les Luthiers y cuidado se me ocurren muchas cosas a corregir. Es una visión poco objetiva sobre un repertorio que conozco tanto.
Creo que nosotros somos mucho, mucho más mejores (risas). De todas maneras, y no lo digo por compromiso, es un honor que ellos hagan esto en forma correcta y con dedicación. Mi visión no es crítica sino profesional, sí les corregiría algunas cosas, pero sí orgulloso porque nos recuerden.
¿Cómo será el show que darán en Costa Rica? ¿Es cierto que rompe un poco el esquema tradicional de Les Luthiers?
- (Se pone serio). No creo que rompa con lo anterior porque es una antología que toma piezas de shows anteriores. Lo que hace es poner lo mejor de cada espectáculo, que, con gran alegría para nosotros, podemos hacer más de una antología. Esto lo podemos hacer porque son muy buenas y nos da para varios shows y los estamos haciendo. En este caso, “Chist” cuenta con un esqueleto con un “sketch” de los políticos como decir de himno nacional. Se llama “La Comisión” y es una especie de columna vertebral que aparece en el espectáculo, que aparece en varios momentos teniendo una conclusión al final.
¿Es una sátira a la corrupción política?
- Totalmente. Hace muchos años, cuando lo planteamos la primera vez, pensamos que mucha gente no lo iba a atender muy bien o al menos teníamos la duda sobre si los términos de las inconductas de los políticos eran iguales en todas partes. Para nuestra sorpresa, en el sentido artístico y no en el sentido ciudadano, vimos que era lo mismo en todas partes. (Risas y más risas). Argentina ha tenido todo un estado crónico de corrupción, es un campeonato mundial con diez medallas que se está viendo ahora una y otra vez, lamentablemente.
Cuando hicimos este espectáculo por primera vez, allá por 1996, los chistes los interpretaba de una forma, pero 20 años después la gente los vuelve a interpretar de la misma forma. La gente, dependiendo el lugar, se ríe más o menos. Otra cosa que resiste los años es la música teatral que utilizamos, casi igual que la misma corrupción.
Finalmente, ¿qué les dice a los ticos para que vengan?
- Es un espectáculo que, si le gusta Les Luthiers tiene que ir corriendo, pero si está a medio camino, que solo le gustaban algunas cosas, también que vayan a ver el show porque esta es una antología que es lo mejor. Está perfeccionado y, humildemente, le digo que es un gran espectáculo. Lo hemos hecho en Argentina y España, tiene mucha vigencia.
El conjunto utiliza la música como un elemento fundamental de sus actuaciones, frecuentemente incorporando instrumentos informales creados a partir de materiales de la vida cotidiana. De esta característica proviene su nombre, “luthier”, que en francés significa “creador de instrumentos musicales”.
Está integrado actualmente por Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés, Horacio "Tato" Turano y Martín O'Connor.
PERIODISTA: Ariel Chaves González
EMAIL: [email protected]
Miércoles 24 Agosto, 2016
HORA: 12:00 AM
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