París. (EFE)- En pleno debate sobre el islam en Francia, el veto a los "burkinis" ha comenzado a extenderse en las playas del país, con tres localidades que han prohibido ya ese bañador que cubre completamente el cuerpo de la mujer alegando motivos de higiene y seguridad.
Al ejemplo de Cannes y Villeneuve-Loubet, ambas en la Costa Azul, se sumó este fin de semana Sisco, en Córcega, después de que el sábado se registrara una pelea entre jóvenes corsos y familias de origen magrebí.
Algunas de las mujeres, según relató hoy un testigo al diario "Corse Matin", llevaban ese traje de baño islámico y el altercado, en el que hubo cinco heridos, se desencadenó después de que ciertos bañistas las fotografiaran.
El socialista Ange-Pierre Vivoni, alcalde de Sisco, tomó la decisión en un Consejo Municipal extraordinario convocado tras lo sucedido y se inspiró al redactar su decreto en los otros dos ejemplos.
La polémica sobre ese bañador saltó a principios de agosto cuando se conoció la propuesta de la ONG Smile 13 de reservar un parque acuático cercano a Marsella a las que se les pedía acudir con esa prenda o bien cubiertas.
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Martes 16 Agosto, 2016
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