Hasta que no se necesita se desconoce la urgencia
Editorial
Bien apunta el dicho, hasta que no estamos ahí no sabemos a lo que nos enfrentamos, precisamente esto sucede con quienes por cuestiones de salud han requerido un trasplante o aquellos que han tenido algún familiar que ha necesitado una intervención de estas.
Quienes nunca han pasado por esto no saben lo que es ver una persona que uno ama desmejorar poco a poco sin que los medicamentos y los cuidados hagan mucho, pues en algunos casos recibir un órgano significa la diferencia entre la vida y la muerte.
Muchos topan con la dicha de que rápido son intervenidos ya que el órgano que necesitan llegó como caído del cielo, desgraciadamente otras personas mueren esperando que aparezca.
No es una cuestión de que el primer órgano que llega es el que le van a colocar a la persona que está enferma, sino que debe ser compatible para que el cuerpo no lo rechace y al trasplantado no se le complique el estado de salud.
Porque también se ha dado el caso de individuos que han esperado casi una eternidad por un órgano pero el cuerpo decide que no funciona y esta persona se pone mal nuevamente, en algunos casos lamentablemente fallece.
Nadie se imagina la zozobra que significan las horas, los minutos y los segundos esperando ese órgano; es una eternidad o por lo menos así lo sienten quienes están inmersos en el tema, en especial cuando no hay mejoría.
Por eso no entendemos cómo ante la problemática que existe en nuestro país por este tema, las autoridades de Salud no se han movido en la publicación del reglamento para la Ley de Trasplante de Órganos y Tejidos Humanos, posiblemente será porque los encargados nunca han necesitado una intervención de estas o no han pasado el capítulo amargo de ver a un familiar enfermo y que la única solución sea que alguien de buen corazón haya decidido donar.
Esperamos que ahora sí se pongan las pilas y cumplan con el plazo de ley que les dio la Sala Constitucional para publicar el reglamento, este no es un tema que se pueda postergar y mucho menos ver como un juego, ya que la vida de muchas personas depende de ello.
Sin lugar a dudas este documento debe ser una prioridad.
Si nos ponemos a ver para atrás esto no fue algo que se aprobó hace una semana ni un mes; se publicó desde hace más de un año, entonces por qué han durado tanto, nos preguntamos cuántas personas habrán muerto por la irresponsabilidad de algunos.
Esta legislación es sumamente importante porque incluye las actividades relacionadas con la obtención y utilización clínica de órganos y tejidos humanos, entre ellos la donación, extracción, preparación, transporte, distribución, trasplante y su seguimiento para fines terapéuticos.
Pero otro asunto realmente importante es que usted y yo decidamos donar nuestros órganos para darles vida a muchas personas más y de esta manera hacer que menos familias sufran por las muertes de sus seres queridos.
Perder a un padre, madre, hermanos, hijos, sobrinos o cualquier otro allegado es demasiado duro, pero sí está en nuestras manos dar vida; es solo cuestión de dejarlo bien claro, Dios no quiera que ninguno de nosotros tenga un accidente pero si sucede es bueno que nuestros familiares sepan que nuestro deseo es donar.
