El nuevo Reglamento de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos establece la total confidencialidad tanto de los donadores como de los receptores de órganos.
Así lo consignó el doctor César Gamboa, quien es el secretario ejecutivo del órgano técnico del Ministerio de Salud.
Según el funcionario, el reglamento está en trámite de ser aprobado luego de ser consultado a diferentes instancias. La Ley 9.222, en los artículos 6,7 y 8 establece la protección de la identidad tanto del donante como del receptor.
“La restricción tiene sus fundamentos sociales e individuales en el caso de la confidencialidad de los datos busca reservar la credibilidad y confianza pública”, expresó el médico.
Para las autoridades la divulgación de datos personales atenta contra el espíritu de la donación de órganos, que es anónima, voluntaria, altruista y desinteresada. Además, la confidencialidad busca la prevención de posibles daños a las personas involucradas como son el donante, su familia como también el receptor y su familia.
Otras de las consideraciones que se toman en cuenta para no dar las identidades de los involucrados es que para la familia que haya perdido un ser querido el inicio del proceso de duelo es determinante. Según los expertos, en algunos casos, la donación y el trasplante pueden generar fantasías con relación a que se prolonga la vida del donante en el receptor.
El Proyecto de Ley de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos Humanos fue aprobada en el 2014, derogó la legislación vigente desde 1994 y permite el uso efectivo de las partes del cuerpo que se pueden donar.
La iniciativa estableció nuevos protocolos para evitar que los órganos de eventuales donantes se pierdan en medio de excesivos trámites burocráticos.
Estableció un registro tanto de donantes como de los receptores, además fija procedimientos de entrega más claros.
La misma ley establecía la necesidad de un reglamento que es el que está a punto de aprobar.
