El querer apagar un tarro con thinner (diluyente) y pintura que estaba en llamas le costó a Evelio Badilla Matamoros, de 75 años, parar en el hospital con un 80% del cuerpo quemado.
Ronald Badilla, hijo de don Evelio, dijo que su padre es bastante inquieto, siempre anda buscando qué hacer y no se queda quieto. La mañana de ayer se encontraba en el tallercito de ebanistería que tienen en el barrio Los Ángeles en San Joaquín de Flores, Heredia. Al parecer un cortocircuito provocó un chispazo en los cables que van de la calle al interior del taller, esto hizo que las chispas salpicaran en el tarro donde estaba el thinner, prendiendo el fuego.
Pese a que le dijeron que no tocara el tarro porque iban a apagar el fuego con el extinguidor, don Evelio no hizo caso y agarró el recipiente, derramándose el líquido encima y prendiéndose fuego, como una antorcha humana.
"Se quemó los brazos y el pecho más que todo. Mi mamá lo acompañó hasta el hospital de Heredia", declaró su hijo al equipo de El Periódico de más Venta en Costa Rica.
Esteban Araya, cruzrojista del comité de San Joaquín, relató que el paciente tenía la vida comprometida. "Eran quemaduras de primer y segundo grado en tórax, espalda y brazos", manifestó. Por protocolo primero lo llevaron a la Clínica de San Joaquín, luego lo trasladaron al Hospital San Vicente de Paul en Heredia y por último lo remitieron al San Juan de Dios, donde se encuentra en la Unidad Nacional de Quemados. Los galenos confirmaron que se encuentra estable.
PERIODISTA: Alexander Méndez
EMAIL: [email protected]
Jueves 26 Mayo, 2016
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA