Desde 2009 el puente de La Platina ha sido una pesadilla para las ya tres administraciones que desde entonces han pasado durante este tiempo, sin tener claro cuál es el costo de los intentos de arreglo que se han hecho.
DIARIO EXTRA se dio a la tarea de determinar cuál es el costo de arreglar el puente sobre el río Virilla, en la carretera General Cañas, por el cual pasan miles de vehículos cada día.
Tras revisar los dos contratos que se han firmado, uno de los cuales está en el Tribunal Contencioso Administrativo, se puede decir que el costo aproximado del arreglo sería de ¢8.196.999.085, sin embargo de estos existe la posibilidad de que el Estado recupere ¢701.511.704 si logra ganar el proceso que se desarrolla en la actualidad.
A continuación se relata lo que ha sido el tortuoso camino para ahora pensar que para el 25 de febrero de 2017 el puente de La Platina será solo un mal recuerdo y por fin estará apto para el tránsito vehicular.
PRIMER CONTRATO
El 30 de setiembre de 2009 la Contraloría General de la República daría la primera autorización al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para realizar trabajos en el puente y sea puesto en óptimas condiciones para el tránsito de miles de vehículos que a diario circulan por esa estructura.
Esa autorización sería para un contrato por un monto de hasta $4 millones (¢2.160 millones) destinado al cambio de losa de concreto por rejilla metálica.
Es así como un año después el Conavi tiene listo el cartel de licitación para “realizar la instalación de rejilla metálica para sustituir la losa del puente sobre el río Virilla en la autopista General Cañas”.
Para el 22 de noviembre de 2010, tras varias consultas y aclaraciones hechas por las empresas y el Conavi, ya se tienen las ofertas de cuatro compañías interesadas en realizar las obras.
Una vez efectuados los respectivos estudios a cada una de las ofertas por las diferentes dependencias se determina que la mejor es de Sociedade De Construcoes Soares Da Costa Sociedad Anónima y SDC Constructores Centroamericanos, ganando la licitación.
La oferta es por un monto de ¢861.576.325, convirtiéndose en la más barata y la más razonable, así que el 24 de noviembre de 2010 se hace oficial por parte del Conavi y se inicia la firma del contrato.
Después de los trámites legales necesarios se da la orden de inicio de obras el 15 de diciembre de 2010, con lo que los costarricenses esperaban llegara al final la pesadilla que hasta entonces había sido el puente de La Platina.
Durante este proceso la empresa tuvo varios cuestionamientos por el manejo de materiales peligrosos y desechos, así como por el impacto ambiental que generaban las obras que ejecutaba.
Sin embargo esa no sería la peor parte, cuando quedaba un día de contrato el concreto chorreado sobre la rejilla en la superficie de ruedo comenzó a resquebrajarse, a levantarse y los huecos empezaron a aparecer.
Esto hizo que el Conavi ordenara la suspensión de las obras el 3 de marzo de 2011 para analizar qué había pasado y determinar responsabilidades.
El puente sigue deteriorándose bajo la tutela de un contrato, por lo que no se puede hacer nada. Así el 13 de julio de 2011 se reanudan las obras con el único fin de dar por finalizado el contrato y buscar la manera de solucionar un problema mayor a una platina que se zafó.
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
Se le pagó a la empresa ¢584.280.177,21, poco más de la mitad del monto total del contrato, que era ¢861.576.325.
Ante el evidente mal trabajo el Conavi mantiene un proceso contencioso administrativo estimado en ¢701.511.704,26 contra las empresas que conforman el consorcio Soares da Costa.
Con este la intención es que que se declare en sentencia que las empresas demandadas actuaron de manera negligente e incumplieron sus obligaciones contractuales al no alertar a la administración de la situación real existente en sitio.
Además que son responsables de los daños y perjuicios ocasionados a la administración, consistentes en el pago parcial que se les realizó, las multas no canceladas a la administración por ¢17.231.527,05.
También el costo del proceso de contratación directa, suma que se deberá cuantificar en el proceso de ejecución de sentencia, y el daño a la imagen del Conavi por la no satisfacción del fin perseguido con dicha contratación, los cuales se estiman prudencialmente en ¢100 millones.
Ahora este tema está en manos de los tribunales de justicia, que definirán si el consorcio deberá responsabilizarse de los problemas en el puente sobre el río Virilla y pagar lo que Conavi solicita.
SEGUNDO CONTRATO
Tras esos trabajos fallidos, a inicios de 2013 se inicia un nuevo proceso para buscar una solución definitiva al problema en este puente y de una vez por todas poner fin al dolor de cabeza que ha significado.
Después de un primer intento, cuyas ofertas superaron lo presupuestado, el 6 de junio de 2013 Codocsa gana la licitación con una oferta de ¢4.391.836.760, monto que cerca de un mes después se incrementa a ¢4.595.500.000 debido a unos estudios que estaban pendientes.
Finalmente el 24 de julio se firma el contrato entre las partes y es el 16 de octubre cuando se da la orden de inicio que tiene como plazo 390 días naturales, así se veía una nueva esperanza de que al fin La Platina estaría en buenas condiciones.
Pero la situación no sería tan sencilla, el final aún estaría muy lejos y el 24 de marzo de 2014 las obras se suspenden parcialmente porque es necesario realizar una revisión de las estructuras metálicas.
Esa suspensión se extendería hasta agosto, cuando el nuevo gobierno decide que el puente se ampliaría a seis carriles por sentido, por lo que los trabajos que tengan que ver con esto se paralizan.
Un mes después las obras se suspenden por completo y se inicia el proceso de demanda al contrato original para realizar la ampliación del puente, para lo que se requiere la autorización de la Contraloría General de la República.
Tras varios intentos y consultas, el 17 de diciembre se logra la autorización y se registra un aumento de ¢3.017.218.908, con lo que ahora el contrato es por ¢7.612.718.908 para por fin ver la estructura lista.
Justamente el 25 de febrero se dio una nueva orden de inicio, tanto el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, como el ministro de Obras Públicas y Transportes, Carlos Villalta, aseguraron que esta sería la solución definitiva y en un año el puente estaría listo.
Restan 313 días para que se cumpla el año que prometió Solís y ver si ahora por fin la estructura sobre el río Virilla en la ruta nacional 1 deja de ser un dolor de cabeza.
Tras este largo proceso no hay claridad de cuál es el costo para por fin ver el puente en óptimas condiciones. De no presentarse ningún problema con el contrato actual y pensar que se gana el contencioso administrativo sería de ¢7.495.487.381, a lo que se deben sumar las nueve intervenciones por contratos de Conservación Vial que el Conavi no ha cuantificado.
