El homicidio de la noche del miércoles en Alajuelita es otro de los 230 que el fiscal adjunto de la República, Celso Gamboa, anunció se han dado en el país en lo que va del año, cifra que tiende a acercarse al total de asesinatos de 2014, ya que entonces el promedio fue de 1,29 y en 2015 vamos por 1,09, a falta de cinco meses para finalizar.
Por las características del asesinato de Diego Madriz Muñoz, interceptado por un grupo, ponerse a discutir y luego recibir 18 balazos, se puede pensar que fue producto de problemas de drogas, amén de que en la escena del crimen se encontró una escopeta calibre 12.
Esta situación de muertes dolosas es monitoreada y mapeada por las autoridades, quienes si bien no se confían, esperan que bajen los índices de violencia para fin de año. DIARIO EXTRA habló con el fiscal general de la República, Jorge Chavarría, al respecto. Esta es la conversación.
¿Qué piensan ustedes sobre esta situación?
- Hoy no podemos decir que es una tendencia, hay un valor para el primer semestre que son esos 230 asesinatos, ese valor para el periodo es absolutamente cierto y válido. Ahora, el punto aquí es, y es lo que estamos tratando de evitar, que se convierta en una tendencia porque entonces tendremos un problema muy serio de crimen organizado. La idea es que más bien para el segundo semestre ese comportamiento varíe.
¿El arresto de “El Indio” sigue siendo una razón?
- Hay dos fenómenos vinculados. El fenómeno es una confrontación entre organizaciones para monopolizar el mercado. Estamos viendo entonces conflicto entre organizaciones. Ahora, como estas organizaciones se caracterizan por grupos familiares, es normal que en el periodo subsiguiente vayamos a observar más homicidios, pero son producto de la confrontación familiar, no de los grupos. Acá debemos conocer la capacidad de resiliencia, es decir de recomposición, que tienen estas organizaciones de nuestro país; que esperamos no sea alta, y que venga un periodo, para finales de este semestre y el próximo año, en que esta tasa de homicidios baje.
Pero ¿en algún momento se van a recomponer y volverán a esto?
- Sí, es posible, por eso es que por lo menos he expresado que el país no tiene punto de regreso, ya pasó el punto de no regreso en relación a la violencia, tenemos que admitir que tenemos violencia proveniente del crimen organizado. Lo que tenemos que ver es cómo desarrollamos la capacidades para que no nos aumente.
¿El trabajo coordinado Fiscalía, OIJ y MSP desde cuándo se da?
- Desde 2010 con la firma del Protocolo de Dirección Funcional, que es una herramienta que validaron los policías y fiscales operacionales. La idea era crear una sola fuerza capaz de enfrentar, a nivel estatal, a estos grupos organizados y lo hemos logrado.
¿Ahora qué hacen?
- Lo que tenemos que evitar es que se nos concentren. En el país puede haber 80 organizaciones y pueden producir violencia, para eso estamos preparados para ir desmantelándolas. El problema sería si esas 80 organizaciones se nos convierten en dos. Ahí estaríamos en un serio problema, por lo que la estrategia que estamos utilizando trata de evitar la concentración de poderes en las organizaciones criminales.
¿Si sucediera, por qué es tan grande la complicación?
- Porque estaríamos hablando de un cartel. La historia que nos dan Colombia y El Salvador -México es más complejo- nos dice que son dos organizaciones grandes que controlan el territorio. En El Salvador tenemos la M18 y la Salvatrucha, en Colombia el cartel de Cali y el de Medellín. Esto implica un tipo con gran poder a nivel nacional, con una capacidad de enfrentar al Estado muy seria y de afectar a la ciudadanía. Como autoridades no vamos a ceder terreno a nadie, por eso estamos unidos.
¿Cuál es la labor a seguir?
- Bueno, si las organizaciones se desgastan a través de los homicidios, nosotros los terminamos de desgastar con la cárcel, metiendo a los asesinos.
¿Están bien preparados para continuar así?
- En este momento hemos tenido suficiencia para enfrentar el problema con mucho éxito, con un nivel de éxito tal vez el mayor de Centroamérica, pero no puedo garantizar lo mismo para los próximos 10 años. Para los próximos 10 años requerimos primero que el OIJ establezca un departamento de delincuencia organizada, donde se profesionalice, se les dé técnicas de investigación nuevas, equipos, etcétera, a una unidad élite que tenga que ver solo delincuencia organizada y trabaje con la Fiscalía de Delincuencia Organizada, que ya es muy profesional. Esto es fundamental para el futuro del país en los próximos 10 años. También la seguridad en los barrios, el control policial en los barrios, por parte de la Fuerza Pública, es muy importante, así que la Fuerza Pública no debe debilitarse, me parece que desde la perspectiva de Hacienda el país debe plantearse qué va a hacer. Y el tercer tema es que este no es un asunto de policías y fiscales, este debe abordarse desde la prevención y desde el tratamiento de adicciones y para esto, a través del ICD, esta ya es una discusión país, pues debe darse un abordaje integral. No podemos permitir que la inactividad del Estado permita el reforzamiento de estos grupos.
¿Este reforzamiento no tiende a una militarización del Estado?
- No, no queremos nada con eso. La idea es que los niveles de violencia permitan una respuesta táctica como la que tenemos hasta el momento. Si se nos forma un grupo con las características de los carteles mexicanos, ahí ya tenemos que hablar de otro tipo de cosas. La violencia no debemos justificarla. Uno de los errores más grandes de México fue decir “se están matando entre ellos y no hay problema”. No lo podemos decir porque precisamente se fortalecen las organizaciones y más bien resultan afectados los territorios dominados por las organizaciones.
¿Y si se mantiene como hasta ahora?
- Si la violencia es intergrupos, realizada por sicarios, sin entrenamiento militar, sin capacidades técnicas ofensivas, estamos absolutamente convencidos de que podemos mantener descontaminado de las tendencias militares al país; ahora, si nos aparecieran grupos armados al estilo de las organizaciones mexicanas y con gente entrenada, obviamente la dinámica tendría que cambiar, pero yo no quiero ni mencionar esto, ni que pase, ni que se le ocurra a nadie... Pero si te encontrás un grupo como Los Zetas... imaginémonos qué pasaría.
