Cartago.- Había que esperar que todos llegaran hasta el Parque Central de Cartago para caminar juntos e ir rezando el santo rosario, por eso la misa en donde los vecinos de Puntarenas le rindieron homenaje a la Virgen de los Ángeles empezó una hora después de lo previsto, a las 11a.m., en la Basílica de los Ángeles.
Tras recorrer 1 kilómetro varios porteños ingresaron a pie, mientras otros esperaban que el obispo de la Diócesis de Puntarenas, monseñor Óscar Fernández, se cambiara en la sacristía del Santuario su guayabera azul por la vestidura sagrada para celebrar la misa.
En medio de cánticos y atronadoras bombetas arrancó el recorrido del obispo Fernández por la nave central de la Basílica y tras él miles de fieles lo seguían y hacían un esfuerzo por alcanzar la meta y postrarse frente a la imagen de La Negrita.
Entre ellos estaba María Cristina Morales, de 86 años, quien se apoyaba en un bordón y de rodillas se movía lento, muy lentamente, sin dejar de rezar y reflejaba en su rostro dolor, angustia y hasta mucha fe.
“Tengo tanto que pedirle que debo hacer todos los sacrificios para que la Virgen me conceda el favor que le pido. Dios sabe que también vengo para agradecerle mucho porque en medio de las enfermedades me tiene paradita”, declaró.
Mientras tanto, sentada en un rincón de la Basílica, Alejandra Jiménez y su hijo José Pablo Jiménez escuchaban atentos la misa y resguardaban como un tesoro el ramo de rosas blancas que le trajeron a la Virgen.
Estos vecinos de El Roble se levantaron a las 4 a.m. y junto a otros lugareños tomaron el autobús que los trajo desde Puntarenas hasta Cartago. “Damos gracias a Dios por todo y le prometí a la Virgen que le traería flores para agradecerle me cuide a mi hijo, quien tiene 6 años y es muy sano. Ella sabe que todos necesitamos su protección”, dijo la joven madre.
MEDIO AMBIENTE Y FAMILIA
“La familia es el hogar de la formación integral, en la familia se aprende a pedir perdón y a decir gracias. Lo ordinario en la sociedad es que el matrimonio termine pronto”, dijo monseñor Fernández durante su homilía frente a unos 3 mil fieles dentro del templo.
Además pidió rezar por los jóvenes, para que de acuerdo a la propuesta cristiana de una relación hombre y mujer, al momento de tomar la decisión elijan a una mujer como su compañera para casarse y formar una familia.
“Hay que rezar para que los varones elijan una mujer”, fue parte de su llamado, al igual que lo han hecho otros obispos que integran la Conferencia Episcopal y que desde el inicio de la novena a la Virgen han centrado su mensaje en la defensa de la familia, rechazando cualquier política gubernamental sobre fertilización in vitro, aborto y matrimonio de parejas del mismo sexo.
“Hacemos un llamado a las cosas extraordinarias, no a las ordinarias”, reiteró monseñor Fernández frente a la imagen de la Virgen de los Ángeles.
Asimismo, por primera vez durante la novena un obispo se refiere al medio ambiente y el impacto negativo que ha tenido dada la contaminación y el cambio climático, temas que puso sobre la mesa de discusión el papa Francisco.
El Obispo de Puntarenas destacó el alto grado de contaminación que sufren las aguas del Pacífico, en las cuales muchos lugareños aprovechan los regalos del mar para llevar el plato de comida a la mesa.
“¿Quién está destrozando la vida humana, quién es aquel para quien la vida humana no vale nada?”, fue la pregunta que lanzó el pastor de los puntarenenses a su rebaño, que llegó alegre, animado y con mucha fe para agradecer y pedir a La Negrita para que sus milagros cubran también a los lugareños.
AGUA BENDITA AL PUERTO
La filas que hicieron los porteños para llevarse cientos de litros de agua bendita eran casi interminables ayer en la Basílica de los Ángeles. Con tarros plásticos, botellas y hasta inmensos galones, todos aprovecharon para junto al rezo llevarse el milagro líquido e incluso lavarse de pies a cabeza para que la Virgen los cuide y guarde.
La familia Siles Castillo, de Puntarenas centro, dijo a DIARIO EXTRA que dentro de seis meses vendrán de nuevo a la pilita para llevarse muchos galones más porque será el bautizo de un nuevo miembro de su familia y como recuerdo regalarán una pequeña botella de agua bendita con la imagen de la Virgen de los Ángeles.
COMIDA CON SABOR A PUERTO
“Nos levantamos a las 2 de la mañana, lo primero que hicimos fue el arroz para traerlo fresquito y caliente y así comerlo sin problemas. También dejamos algo adelantado de las ensaladas, nada más de revolver y listo”, dijo Marielos mientras nos invitaba.
Cuatro generaciones de la familia Matarrita llegaron hasta La Negrita para pedirle salud y trabajo porque según dicen no hay trabajo en el Pacífico. “Hay mucha pobreza, todos queremos trabajar pero no hay nada, la pasamos feo pero no dudo que una vez más la Virgencita nos sacará de esta”, agregó Marielos.
DOLOR FAMILIAR
Llevamos agua para los vecinos e incluso pensamos ir a la fosa de mi hijo para rociarla porque mi hijo amaba a la Virgen y siempre todos hicimos un esfuerzo para visitarla junto a otros vecinos”, narró Ana Barquero, vecina de Esparza, Puntarenas, quien junto a su esposo Otilio Calvo y su nieta Diana llenaron más de 20 litros de agua para repartirlos en esa comunidad.