Hacer algunos arreglos a la vivienda para “el mientras tanto” es lo que ha hecho Luis González Solano, vecino de Barrio El Molino en Cartago para tapar varios huecos del techo y paredes, así como poner algunos remiendos en el piso de su humilde vivienda, donde junto a su esposa y cuatro hijos lucha por salir adelante.
Pero el caso de don Luis por la falta de mantenimiento de su casa no es único en el país: las grietas, huecos y las bases podridas forman parte del paisaje en muchos barrios. Esta evidente realidad la confirman los datos de la Fundación Promotora para la Vivienda (Fuprovi), la cual revela que 126.180 viviendas en el país necesitan arreglos y peor aún representan un peligro para quienes viven bajo ese techo.
“Yo gano poco por mes, cuando me va bien unos ¢385 mil y en la ferretería me cobran no menos de ¢200 mil por los materiales que necesito para hacer los arreglos básicos. Si hago ese gasto no comemos, cuando no hay que comprar comida tengo que pagar la luz y el agua, espero salir adelante con la ayuda de Dios”.
Varias ferreterías consultadas por DIARIO EXTRA coinciden que la gente también pide una proforma para saber cuánto les costará el material con el fin de cambiar la instalación eléctrica, pintar el techo y paredes, arreglar o construir un muro, pero la gran mayoría solo se quedan en eso, en la consulta, porque no tienen la plata para la inversión.
Para el pago de mano de obra también hay que tocarse el bolsillo, dice don Manuel, ya que “cobran mucho y la plata no alcanza, por eso mejor lo hago yo cuando puedo, tengo un poco de material que algunos me han regalado”.
Variedad, estilo, calidad y precio es lo que ofrecen las ferreterías de todo el país. “La compra de materiales siempre dependerá de lo que se tenga en el bolsillo”, dijo Agustín Acuña, maestro de obras con 30 años de experiencia.
Los expertos recomiendan que antes de comprar se debe saber qué se necesita y cuánto se tiene, para evitar dolores de cabeza por los gastos innecesarios.
Por ejemplo, si piensa cambiar canoas y las prefiere plásticas, tome en cuenta que si mide 3 metros le costará ¢8.500, pero si la prefiere de metal el precio es de ¢9.660.
Con las primeras lluvias también aparecen las goteras, las cuales obligan a cambiar en su mayoría toda la pieza, si necesita una lámina transparente esta cuesta ¢9.195 y si lo que quiere es zinc 28 en este momento el precio alcanza un promedio de ¢7.500.
También sume otros materiales como clavos y pegamentos, así como la mano de obra, ya que por muy pequeño que sea la reparación no desembolsará menos de ¢120 mil, según la tarifa de los maestros de obras.
Tome en cuenta que si no puede estirar más la plata y tiene casa propia como única propiedad, el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) ofrece una ayuda por medio del bono de reparación, ampliación, mejoras o terminación (RAMT), siempre y cuando cumpla una serie de requisitos como no haber recibido antes dicho beneficio. La consulta para la ayuda puede hacerla en los bancos y mutuales.
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CRÉDITOS: Foto: José A. Venegas
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Sábado 30 Mayo, 2015
HORA: 12:00 AM
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