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Opinión

Transgénicos y desinformación interesada

Página Abierta

El Sr. Agustín Büchert escribió en un diario matutino (LN 2/4/15) un artículo tendencioso en favor de los cultivos y los pseudoalimentos transgénicos que me siento en la obligación de rebatir por las imprecisiones y falacias que ahí se citan.

 

Conexiones transgénicas. Si de paradigmas se trata, uno de ellos es precisamente el que Büchert propone en su artículo, a saber, el de que la ciencia y la tecnología son inmaculadas y objetivas, obviando una verdad de Perogrullo como lo es el hecho de que éstas son susceptibles de manipulación, especialmente cuando hay intereses personales o corporativos, según puede comprobarse en la documentación compilada en el sitio goo.gl/NTygYn

 

Las tecnologías no siempre son exitosas. Sin duda que gracias a los conocimientos adquiridos por la ciencia se llegan a crear tecnologías con las cuales se producen productos, muchos de estos –pero no todos- son de gran utilidad para la sociedad, como los trenes y la electricidad citados por Büchert. Por el contrario, entre los mejores ejemplos de tecnologías riesgosas y fallidas podemos citar el de la aplicación de las actuales técnicas de manipulación genética para la creación de cultivos transgénicos (CT), que han venido afectando y poniendo en riesgo la salud humana y animal, la soberanía alimentaria y el ambiente.

 

No es por casualidad, ni por “mecanismos de defensa” infundados, que hoy, 20 años después de la primera liberación de un cultivo transgénico, solo 28 países (de casi 200) los cultivan, así como el hecho de que en 64 países ya se exigen etiquetas para este tipo de productos, incluidos los países miembros de la Unión Europea, Rusia, Japón, China, Australia y Nueva Zelanda (goo.gl/zH3cEw).

 

Internet y fuentes de (des)confianza. Büchert culpa a la Internet de difundir ideas erróneas en contra de las nuevas tecnologías, pero –en forma paradójica- no tiene reparos, ni sonrojo alguno, en recomendarnos tres “fuentes de confianza” ligadas, directa o indirectamente, a los intereses corporativos transgénicos: dos Facebook anónimos, y un cuestionado proyecto cuyas conexiones transgénicas corporativas pueden verse fácilmente al consultar los enlaces goo.gl/6LBZjn y goo.gl/9Tl82s ¿Son éstas acaso las fuentes “objetivas y confiables” con las que debamos formar criterio fundamentado en torno a este tema? Lo dudo.

 

Coincido con la afirmación de que “no hay que creer todo lo que se lee en Internet”, especialmente si la información proviene de personas u organizaciones ligadas a los intereses corporativos, como las que Büchert nos (mal) recomienda. Por cierto, es importante hacer notar que Büchert trabaja para Bionova, una empresa consultora en bio-negocios, de donde posiblemente deviene su interés parcializado en defender los CT.

 

Si de respaldo y evidencia científica sin conflictos de interés se trata, invito a la lectura de los artículos compilados en el siguiente enlace: goo.gl/yKxCTk, así como a considerar las sabias palabras del Dr. Clodomiro Picado (1887-1944): “A las tablas de La Ley les falta el onceavo mandamiento: desconfiar de sí mismo y del prójimo”, “Sentir la obligación (…) de investigar en condiciones que no sean de interés o egoísmo. No desconfianza que se convierta en inercia, sino desconfianza que impulse a la búsqueda [de la verdad].”

 

Riesgos a la salud. En forma temeraria, Büchert se atreve a generalizar y afirmar que para los transgénicos “la evidencia científica indica que no tienen ningún efecto nocivo sobre la salud humana”, contrario a lo que la ciencia independiente viene demostrando (goo.gl/esYLHh).

 

Al respecto, la Royal Society of Canada nos señala en su informe del 2001 que: “Es científicamente injustificable afirmar que los alimentos modificados genéticamente son seguros”. De manera similar, la Dra. Suzanne Wuerthele, científica especializada en valoración de riesgos, nos indica que “Tardamos 60 años en darnos cuenta de que el DDT podía tener actividades estrogénicas y afectar a los humanos, pero ahora se nos pide que nos creamos que no hay ningún problema con los alimentos modificados genéticamente porque aún no hemos visto ningún cadáver”.

 

Sobre los cuestionamientos, advertencias y dudas válidas que tiene la Organización Mundial de la Salud sobre los transgénicos, así como otras fuentes independientes ligadas a este tema, recomiendo la lectura de los artículos “Alimentos transgénicos: incertidumbres y riesgos basados en evidencias” (goo.gl/vu5tdU), y “¿Quiénes afirman que los transgénicos son seguros?” (goo.gl/FGYQ6S).

 

Por último, parodiando al reconocido genetista Dr. David Suzuki, podría decirse que, con base en la prueba documental acumulada en las últimas dos décadas en materia de transgénicos, cualquier político o científico que afirme en estos momentos que estos productos son seguros, o es muy ingenuo, o está mintiendo.

 

*Catedrático UNED-UCR.

 

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Martes 12 Mayo, 2015

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Jaime E. García G.*

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