Un viejito, identificado como Rigoberto Chavarría -de aproximadamente 70 años- recibió una paliza a garrotazos hasta perder la vida, cuando se encontraba en la casa donde vivía, ubicada en una finca de La Rambla en Horquetas de Sarapiquí.
La casa donde se quedaba el anciano es propiedad de Eladio Álvarez, quien tenía una amistad con el hoy occiso, que no tenía esposa, hijos, ni un lugar donde vivir.
El adulto mayor recién había retirado la pensión y al parecer tenía una platica ahorrada en la vivienda, por lo que las autoridades presumen que el móvil del crimen es el robo.
A Chavarría lo encontró maniatado, golpeado y sin vida el dueño de la finca, quien de inmediato dio la alerta a las autoridades.
Cuando entró a la humilde casa de madera, don Rigo estaba tirado en el piso de medio lado.
A la escena, que fue acordonada por la Fuerza Pública y el OIJ, llegó el hermano de la víctima, Gerardo Chavarría, quien no creía lo que le habían hecho a don Rigo: golpearlo a garrotazos hasta matarlo. Dijo que el dolor que lo embarga es muy grande y más porque no se explica cómo hay personas desalmadas que le hacen daño al prójimo, tratándose de un indefenso adulto mayor.
Lo recordó como un hombre trabajador y buen hermano. “Desde que teníamos 25 años cuando llegamos a Sarapiquí, trabajamos en el campo, éramos muy unidos”, comentó don Gerardo.
El cuerpo del ciudadano de oro fue levantado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y trasladado a la Medicatura Forense en San Joaquín de Flores, Heredia. Mientras que agentes del OIJ recabaron evidencia para dar con los sospechosos del asesinato.
Datos de la Fuerza Pública revelan que en Sarapiquí ocurren aproximadamente 6 homicidios por año, aunque en 2014 bajó en un 50%, cifra que contrasta con la de 2015, donde se contabilizan 5 homicidios.
