Óscar Núñez, expresidente ejecutivo de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y exdiputado de Liberación Nacional, fue acusado por la Fiscalía de Anticorrupción por los supuestos delitos tráfico de influencias y peculado por el viaje que realizó a México en agosto del 2010, en compañía de una subalterna de la sede de Tilarán, de apellido Alfaro, según confirmó el fiscal Juan Carlos Cubillo.
Según Freddy Campos, fiscal que llevó el caso, el tráfico de influencias se presentó en el momento en el que al parecer “Núñez mueve sus influencias para que le aprueben el viaje a México a la subalterna, a quien inicialmente se lo negaron y así logra que se lo autoricen, pero además para una capacitación que nunca se llevó a cabo”.
La compañera de trabajo de Núñez regresó al país y él se quedó cuatro días más porque él sí participó en la capacitación. “El hospedaje, la comida y otros gastos, los cubría el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no obstante, él cobró el hospedaje de 3 de los 4 días que estuvo de la capacitación y un desayuno por un total de $1.137” dijo Campos.
En el caso de la subalterna ella deberá responder por el supuesto delito de falsedad ideológica “porque ella hace un cobro de viáticos por ¢ 50 mil por una capacitación que no existió” especificó el fiscal. Alfaro, la que viajó con Núñez, regresó el dinero posteriormente.
Núñez declaró en su momento que la funcionaria asistió a una capacitación en un programa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que él aprovechó para asistir a los mismos foros. Además, que luego se movilizó a la ciudad mexicana de Monterrey para participar en un taller de capacitación.
Sin embargo, para la Procuraduría de la Ética, que analizó el viaje, el expresidente ejecutivo del AyA, cometió una infracción al deber de probidad “fundamentalmente por violación de los principios de rectitud, buena fe, transparencia y liderazgo”, dijo en aquel entonces, Gilbert Calderón, procurador de la Ética.
Horas después de conocerse el informe de la Procuraduría, Núñez renunció para frenar la “mayor politización” de su caso.
El mantuvo que actuó de buena fe. “Lo único que no hice fue firmar una boleta pero parece que mi cabeza tiene un alto precio político para algunos”, dijo Núñez.
Al momento en que se daba a conocer toda la información en relación con el viaje que le costó su puesto, varios legisladores le pidieron a la entonces presidenta Laura Chinchilla que despidiera a Núñez por las supuestas faltas cometidas
