“Mi familia era muy pobre y con costo sacamos el diploma de sexto grado; apenas terminamos nos fuimos al campo”, así explica Carlos Alvarado, un agricultor de 72 años, quien tiene 60 años de doblar su espalda de sol a sol en Palmira de Zarcero.
El camino de este valiente productor de papa no siempre fue lleno de rosas, al contrario, la falta de educación y de plata le obligaron recoger boñiga en un potrero para ganarse ¢1,50.Por eso el Ministerio de Agricultura y Ganadería le ofreció un reconocimiento a este valiente productor junto con otros dos paperos, en el Día Nacional de la Papa.
“Primero empecé como jornalero y un día conversando con mi papá me motivó a comprar una yunta de bueyes que él me prestaba ¢1.000 y que se los pagara como pudiera”, recuerda con nostalgia Alvarado, quien empezó produciendo en terrenos alquilados.
Las agallas de este zarcereño no lo dejó darse por vencido y aunque asegura que muchas veces la vio fea cuando bajaba con la yunta, pues más de una vez se le quiso ir de pique por los pésimos caminos, pero siempre siguió adelante.
Alvarado se unió a uno de sus hermanos y juntos empezaron a producir el tubérculo, que al inicio, lo sacaban a puro préstamo.
“En ocasiones sacábamos el producto para botarlo porque se nos podría”, detalla el agricultor quien está seguro que su arranque verdadero fue hace 30 años cuando inició en un asentamiento campesino de una manzana en Pueblo Nuevo.
Su comienzo como productor en tierra propia le hizo acreedor de una deuda de ¢198 mil, deuda que asegura pagó con cada gota de sudor de su trabajo.
“Lo mío es la agricultura, todos los días me levanto a las 5:30 de la mañana y paso nueve horas en el campo. Para mí esa es mi vida”, finalizó el zarcereño.
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CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Arce
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Martes 27 Enero, 2015
HORA: 12:00 AM
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