La mujer a quien el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo como sospecha de haber agredido a una señora de 79 años, mientras la cuidaba, fue dejada en libertad pese a que la Fiscalía había solicitado suspensión de funciones, fijar domicilio fijo y no acercarse a la ofendida ni testigos.
En noviembre del año 2011, la oficina de la Mujer de Guápiles fue notificada por vecinos acerca de una persona adulta mayor aparentemente abandonada en la terminal de buses de Pococí, que de manera temporal una vecina del local la llevó a su casa para alimentarla.
De inmediato se coordinó con la Red Comunitaria de Cuido con una visita al lugar, encontrando a María Cecilia Rodríguez Montero, quien refirió que tenía dos días de estar ahí. Sólo portaba la cédula de identidad y el carné de asegurada (que indicaba estar adscrita a Limón), pero no logró dar datos de su lugar de residencia habitual o de familiares que le pudieran apoyar.
Por la gravedad de los hechos, se llevó el caso a la Fiscalía que dictó a la Red Comunitaria de Pococí reubicar a Rodríguez. Conocido y previamente valorado el recurso que ofrecía una pareja de esposos de Pococí, para el cuido de personas adultas mayores, se le reubicó con ellos.
El Juzgado ordenó la entrega de la tarjeta de débito y cédula de Rodríguez al cuidador, identificado como José Solano, así estaría a cargo desde noviembre del año 2011. Durante este período, la Red Comunitaria ha conocido que la misma cuenta con tres hijos, una mujer, al parecer madre de dos hijos con discapacidad, con quien vivía la persona adulta mayor y dos hijos varones, uno aparentemente con problemas de adicción al alcohol y el otro que labora como chofer de taxi, éste es quien visitaba ocasionalmente a la adulta mayor. No obstante, ninguno se hizo cargo de la misma.
MÉDICOS SIN REPORTES
Además, durante la estancia de la anciana con esta familia, la Red Comunitaria dio seguimiento mediante visitas mensuales y coordinó el apoyo de parte del médico geriatra del Hospital de Guápiles y de la Trabajadora Social quienes luego de visitarla, no reportaron antecedentes o indicadores de abuso y/o malos tratos hacia la misma.
Rodríguez Montero solicitó, hace aproximadamente tres meses, ser trasladada a un Hogar para Ancianos y el mismo José Solano, cuidador a cargo, hizo la solicitud, argumentando dificultades de cuido por deterioro de la salud de la persona adulta mayor.
