Después de estar acusado de violar a una modelo de 18 años la semana pasada, en una covacha de la cárcel La Reforma, en San Rafael de Alajuela, Henry Marín Quesada, conocido como “El Sable”, habló con DIARIO EXTRA sobre lo sucedido.
Este hombre de 42 años y 13 de estar tras las rejas fue sacado de su fría y solitaria celda de Máxima Seguridad por 6 oficiales de la Policía Penitenciaria, quienes le amarraron una cadena a la cintura, lo esposaron de pies y manos y lo montaron a una perrera.
La seguridad era extrema para trasladar a quien fue uno de los violadores en serie en 2000 y condenado a 156 años por 7 violaciones, robo agravado, privación de libertad y tentativas de violación.
Ayer, mientras recorría los pasillos de la cárcel más importante del país, donde se toparía con un equipo de El Periódico de más Venta en Costa Rica, algunos privados le gritaban “Sádico”.
Con el cabello largo en una cola, camiseta blanca de tirantes, que dejaba ver un enorme tatuaje en el brazo derecho, jeans azul y unas botas Land Rover, “El Sable” se sentó en una silla y empezó su relato de lo que llama la mayor estupidez que ha hecho en su vida.
“Puse un anuncio en una página de Facebook que buscaba modelos para una agencia, donde cobraba $300 por la matrícula, la idea era sacar dinero, en eso me contactó Melissa.
Me dijo que no tenía plata y le dije que iba a ganar mucho con el primer evento de pasarela que haría, solicité que me enviara unas fotografías con poca ropa y diferentes poses”, explicó.
Este musculoso hombre, algo trastornado, sigue narrando su novela con una joven que lo conquistó.
“Le dije que tenía todo para ser modelo, por lo que le iba a dar un jugoso contrato, en el cual se ganaría $9 mil en un megaevento de 'body paint', le dije que se tomara 3 fotos desnuda. Así lo hizo, pero solo de la cintura para arriba, en ángulos diferentes y luego me mandó un video donde aparecía toda desnuda, lo que provocó que me calentara todo”, recordó.
Muy tranquilo y lamentándose por lo sucedido, “El Sable” revela su contacto hasta con el novio de la mujer.
“Le dije que tenía que separar las piernas y enfocarse más hacia abajo, lo que quería era ver más, sin embargo el novio me llamó todo bravo reclamándome por qué le pedía fotos desnudas a su pareja. El mae me dijo que no le pidiera fotos, que estaba cansada, que él se las iba a sacar y luego me las mandaba”, agregó.
LA GRAN ESTUPIDEZ
Este peligroso hombre, quien con su hablada enamora mujeres, según él hizo algo que no debió.
“Estaba muy excitado, sin embargo cometí la gran estupidez de mi vida, donde le digo que movía kilos de cocaína por medio de la agencia, entonces me dijo que por qué le había mentido.
No me quedó más que decir: 'Disculpe, pero guarde silencio'. Le dije que sería la portada de la agencia y que sería una modelo famosa, eso la tranquilizó un poco”, recordó entre risas.
“El Sable” recibió una llamada por teléfono y la mujer le preguntó qué había pasado con el contrato.
“Le dije que la otra semana se lo tenía, pasó ese tiempo y nada, entonces empezó a sospechar que todo era una estafa, pero no puedo negar que me estaba enamorando de ella.
Fueron muchas noches de insomnio, ella me enviaba videos y hacíamos el amor por teléfono, mis compañeros me dicen que no dormía, que esa mujer me estaba matando”, recalcó.
SE LE CAE LA MENTIRA
El que fue el más buscado por la policía tenía su tiempo contado para caer en la mentira.
“Me preguntó dónde vivía y le dije que en Rohrmoser, le mandé unas fotos con aviones de combate, ya que también le aseguré que era piloto, pero no me creyó. Le mandé unas fotografías en bóxer y me manifestó que era guapo, se acercaba el momento de conocerla”, narró.
Con los pies encadenados empezaba a moverlos de arriba hacia abajo.
“Me dijo que se había quedado en la casa de su novio, lo que provocó que me dieran celos y le manifesté que no le iba a dar el contrato. Entonces me mandó un video y me dijo que le gustaría la nalgueara y que le diera durito de cuatro y me sacaba la lengua”, asegura.
DÍA DE TERROR
La mujer llega al centro penal con un escote, minifalda y tacones, era algo que llamaba la atención a la gente que hacía fila para ingresar a la visita.
“La devolvieron porque venía escotada, le pagué a una señora de afuera para que le vendiera una ropa y pudiera entrar, solo estuve 30 minutos para que terminara la visita.
Le dije que tenía un primo en prisión y que estaba visitándolo, por lo que era el momento para vernos, le recordé que era un narco y que podía exponerme. Me dijo que estaba bien”, explicó.
Con un plan establecido, el terror de las mujeres estaba a punto de salirse con la suya.
“Busqué un amigo de ámbito y le dije que tenía visita, que si podía recibirme a mi novia y llevarla a mi campo, el hombre me prestó su nombre para que la mujer entrara al pabellón A2 de Mediana Cerrada.
Cuando la vi le di un beso y el compañero me dejó solo, estuvimos besándonos y acariciándonos, y le pedí que tuviera relaciones, pero del cuello y senos no me dejó pasar”, declaró.
PENSÓ QUE ESTABA LIBRE
“Me preguntó por el contrato, le respondí que mi guardaespaldas lo tenía en el carro, que había quedado afuera. 'Aquí no me dan ganas de hacerlo, vamos a un hotel', me dijo.
'Tengo miedo de estar aquí'. ¿A dónde?, le pregunté, y me respondió que en cualquier lugar menos en la cárcel. El tiempo de visita se acababa y no me quedó más que decirle la verdad”, aseguró.
“El Sable” muy serio le confesó su realidad a la modelo.
“La verdad soy un privado de libertad. '¿Usted está aquí preso?', me dijo con cara de asombro, le dije que sí, que me perdonara, que si no quería saber nada que la comprendía.
Le di ¢10 mil y un beso, y se marchó, no sin antes amenazarme con ponerme una denuncia por violación. Estaba muy triste, sabía que nunca más íbamos a estar juntos”, finalizó.
CARA A CARA CON “EL SABLE”
¿Por qué “El Sable”?
- Fue un sobrenombre que me pusieron cuando bailaba en Canadá hace muchos años y una vez que regresé me siguieron diciendo así.
¿Se considera un depravado?
- No, soy un hombre que la cárcel me ha enseñado mucho a madurar. Soy anormal por no tener la libertad que mucha gente tiene y un profesional enamorando mujeres.
¿Tiene hijos?
- No.
¿Qué hace un día en su celda?
- Hago ejercicios y medito. Aquí aprendí a leer y escribir, ahora estoy terminando de sacar el bachillerato. Me quedé en matemáticas porque tuve un problema con la profesora.
¿Cómo ingresa el celular a su celda?
- En una cárcel ingresa de todo. Son cosas que no se pueden decir.
Usted dijo en la indagatoria que cualquier delito le salía gratis. ¿Es cierto?
- Dije eso por mi sentencia tan larga. Sé que nadie me va a salvar, voy a perder los 14 años que he descontado. Todo me sale gratis en ese sentido.
En esa época usted dijo que no iba a pasar en prisión 50 años.
- Tuve la oportunidad de salir por las buenas y escogí otro camino, sabía en lo que estaba metido. Soy un hombre inteligente.
¿Está arrepentido de lo que hizo?
- Me siento mal. Algunos compañeros llaman a las mujeres y les dicen lo mismo, nadie viene a la cárcel a la brava. Lo que hice lo hice en mi juventud, me arrepiento del daño que le hice a mi familia.
¿Se enamoró de esa mujer que lo denunció?
- Muchos dicen que sí. Sí, compartimos buenos momentos.
A los violadores los golpean cuando ingresan a prisión. ¿Ha sufrido alguna lesión?
- Los compañeros me apoyan porque saben que la mujer en ningún momento estuvo obligada, todos vieron, incluso una señora nos tomó fotografías.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Francisco Obando
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Sábado 01 Junio, 2013
HORA: 12:00 AM
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