Costa Rica aún no ve la luz, la brecha socioeconómica entre la clase alta y baja crece conforme pasan los años. Así lo evidenció el último informe del Estado de la Nación, el cual indica que 1 de cada 5 hogares es pobre y que ellos vieron aún más deteriorada su situación comparándola con el año anterior.
Una de las características de este grupo es que carece de empleo y la baja escolaridad se mantiene, acarreando pocas fuentes de ingreso que, a la postre, inclina aún más la balanza hacia los hogares de escasos recursos, situación que experimentó un 42% que no era pobre en el 2012, pero la crisis los colocó en ese sitio.
“Lo que uno observa, principalmente, es el mercado de trabajo. El factor más importante que hace que un hogar entre y salga de la pobreza es la pérdida o hallazgo de empleo, entonces, si en este año el jefe de hogar encontró el puesto, sale de la pobreza y supera el ingreso necesario para salir de sus necesidades; si en el año siguiente, lo pierde, ese hogar vuelve a entrar en condición de pobreza”, dijo Natalia Morales, investigadora del Programa Informe de la Nación, a DIARIO EXTRA.
19 mil personas están buscando empleo pero las puertas siguen cerradas, siendo los más afectados en el desempleo los no calificados. El sector agrícola ha disminuido en los últimos 20 años y mucho tiene que ver con el comportamiento de la economía, pues, de acuerdo con Morales, Costa Rica “no ha logrado tener ciclos sostenidos de crecimiento económico y esto genera alta inestabilidad y que las empresas sean más cautelosas a la hora de contratar personal”.
Las personas que se ven más afectadas al no encontrar trabajo, son los pobres extremos, mujeres y los menores de 25 años.
BAJA ESCOLARIDAD
El Informe es claro en que, una educación incompleta, cierra aún más las posibilidades de encontrar un mejor trabajo, representando una baja en los hogares con condiciones más estables en su economía.
“Lo que uno observa es un rezago en materia de educación y, sobre todo, lo que tiene que ver con el logro educativo. Casi un 60% de la población, económicamente activa, no ha terminado la secundaria y, uno observa, avances lentos sobre todo en la población más joven”, comentó Natalia.
