Lo menos que pensaba Edith Mora, cédula 5-191-451, vecina de Aserrí, es que después de someterse a una salpingectomía, proceso de esterilización femenina, tendría que pasar 19 años con un pedazo de aguja dentro de su cuerpo, esto debido al descuido del médico encargado de dicha intervención quirúrgica.
Según explicó la mujer de 53 años, en 1995 acudió al Hospital Tomás Casas de Puerto Cortés, con el fin de realizarse dicha operación, a su parecer todo transcurrió sin mayor apuro, sin embargo una vez culminado dicho proceso, el doctor a cargo le dio una extraña noticia.
Este le explicó que al cerrar la herida provocada por el proceso quirúrgico, la aguja que utilizaba para suturar se rompió, por lo que un pedazo quedó dentro de su zona umbilical.
“El médico que me hizo la operación me anuncia horas después que no pudo extraer el pedazo de aguja, porque ya se había terminado el efecto de la anestesia, entonces tomó la decisión de dejarla adentro”, explicó Mora.
Ante tal noticia Edith se alarmó de gran manera, ya que aún no podía entender cómo parte de una aguja había quedado dentro de su cuerpo, el doctor trató de tranquilizarla argumentando que dicho incidente no tenía mayor gravedad. “Él me dijo que no iba a tener ninguna complicación, pues podría salir sola o que se me hiciera una pequeña masa, pero solo eso”.
A pesar de las molestias frecuentes Mora no le prestó mayor atención al incidente, pensando que el especialista le dijo que no debía preocuparse.
Sin embargo con el tiempo los dolores e incomodidades aumentaban y un día notó una protuberancia a nivel del vientre, por lo que decidió acudir al médico, quien se alarmó y le sugirió realizar lo antes posible una operación para sacar esa pieza de su cuerpo.
Por tal situación Edith hace público su caso de manera que las personas estén atentas a cualquier tipo de circunstancias similares a la suya y así no se dejen engañar o amedrentar por cuanto les puedan decir.
