Carlos tiene 12 años, pero su expediente de conducta escolar es más grande que él, debido a las constantes denuncias por agresión y burla hacia algunos de sus compañeros.
A pesar que en este momento la ley no contempla una sanción penal contra este tipo de abuso, que pueden desembocar en lesiones físicas y psicológicas graves para sus víctimas, lo cierto es que desde el punto de vista civil, sus padres son los responsables de los menores y serán quienes respondan legalmente por ellos.
Así lo analizaron varios juristas, luego de recibir varias denuncias de padres de familia quienes se sienten jurídicamente indefensos ante el creciente problema de “bullying” o matonismo en los centros educativos.
“Los padres de la víctima podrían demandar en un juicio ordinario civil a los padres del agresor, es absolutamente viable, si hay pruebas, si hay afectación psicológica hacia el menor. Solo en el caso de que el agresor tenga entre 12 y 18 años puede ser denunciado, en la jurisdicción penal juvenil”, comentó el especialista en derecho penal, Juan Diego Castro.
ATENCIÓN DE LOS PADRES
Aunque el problema del matonismo está relacionado con un asunto de personalidad, los encargados del menor, entiéndase sus padres o representantes legales, son los responsables de poner atención en lo que hacen estos niños y en caso de estarse presentando alguna situación, buscar ayuda externa para resolverlo y no dejar toda la responsabilidad en el centro educativo.
Por su parte, Castro insistió en la necesidad de modificar la legislación para que no sean solo los padres, sino también los menores los que reciban algún tipo de sanción cuando agreden a otro infante.
Esto principalmente porque las consecuencias psicológicas del matonismo son “cicatrices” en la autoestima de la víctima que requieren acompañamiento de un especialista, para poder sacar ayudarlo. En ocasiones, la situación es tan grave que hasta los lleva a pensar en cometer suicidio o provocarse algún otro daño físico.
