El gobierno tomó por la fuerza los muelles de Limón y Moín, luego de que durante 9 horas y media los trabajadores portuarios se declararon en huelga indefinida de brazos caídos y se mantuvieron de manera pacífica tanto dentro como fuera de las instalaciones portuarias.
Minutos después de las 6 p.m. un contingente de 150 policías, entre estos los antimotines, llegó y quitó de las puertas de los muelles a los manifestantes que estaban afuera, lo que causó que los ánimos se caldearan y la situación evolucionó a un fuerte enfrentamiento entre muelleros y agentes de la Fuerza Pública.
Empujones, garrotazos, golpes, gritos y forcejeos estuvieron presentes en los muelles y producto de la trifulca 68 personas fueron detenidas y llevadas a la comandancia para los respectivos trámites judiciales.
Datos del Ministerio de Seguridad Pública revelan que de la totalidad de detenidos, en el puerto de Moín aprehendieron a 53 (45 hombres y 8 mujeres), mientras que en el de Limón a 15 (13 hombres y 2 mujeres).
Los empleados portuarios exigen la eliminación de la cláusula 9.1 del contrato de concesión que el gobierno le firmó a APM Terminals para el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM).
Le exigen al Poder Ejecutivo que se apunte a la libre competencia, pues el articulado de la discordia le da a APM Terminals el manejo de carga y descarga, en cuanto a la importación y exportación se refiere, de barcos 100% portacontenedores.
MARCO DE LEGALIDAD
Celso Gamboa, ministro de Seguridad Pública, dijo que en apego a la Constitución Política y el ordenamiento jurídico costarricense, la Fuerza Pública tomó el control de ambos muelles para normalizar la operación.
Indicó que la toma se produjo ante el entorpecimiento de los servicios públicos prestados por la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), situación que le generó pérdidas millonarias al país.
“Esta toma se hace a las 17 horas y 52 minutos y duró aproximadamente 9 minutos, y el uso de la fuerza fue mínimo. Se aprehendieron más de 60 personas para garantizar y restablecer la operatividad de los muelles de la provincia.
La junta directiva de Japdeva debe garantizar la operatividad de los muelles”, recalcó Gamboa, quien agregó que “se quiere la paz en la provincia”.
En horas de la mañana los muelleros se alzaron en huelga indefinida de brazos caídos, en la que exigían que se tomen las acciones tendientes para anular o replantear la cláusula 9.1 del contrato de concesión para el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de la TCM, a cargo de la firma holandesa APM Terminals, cuyo costo ronda los $1.000 millones.
En el trascurso del día la calma imperaba en ambos muelles, donde los trabajadores se mantenían afuera de las instalaciones, mientras que adentro la actividad portuaria fue nula.
SE COMPLICA TODO
Ronaldo Blear, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Japdeva, Afines y Portuarios (Sintrajap), aseguró a DIARIO EXTRA que los trabajadores no estaban en contra de la intervención pero que está en desacuerdo con la forma en que se hizo, pues “hubo un irrespeto y abuso de la autoridad”.
“Estábamos protestando de manera pacífica y en horas de la tarde un grupo de Fuerza Pública llegó y detuvo a todos los compañeros que estuvieron en los portones. Los golpearon y mandaron a la comandancia. No nos amedrentarán.
La toma de los puertos no debilita ni suspende el movimiento. La huelga de brazos caídos sigue y más bien se enrumbará hacia otro escenario que no queríamos. Sin duda el abuso de la autoridad ha indignado a muchos, con lo cual todo se complicó”, sentenció.
Anoche la dirigencia de Sintrajap trabajaba en las acciones que implementarán en adelante, en las que por el momento se descartan conversaciones con el Poder Ejecutivo y la junta directiva de Japdeva.
Adujo que, pese al control de los puertos efectuado por el gobierno, los trabajadores no operarán los muelles.
Ante los incidentes de anoche la presidenta ejecutiva de Japdeva, Ann McKinley, aseguró que parte del protocolo era la recuperación del control de los muelles para dar paso a la reanudación de los servicios portuarios.
“Para mañana en la mañana (hoy) el servicio estará completamente restablecido”, respondió McKinley, quien reconoció que se acudirá a terceros nacionales para la reanudación de la operación portuaria, pero aun anoche definían qué instancias o grupos se encargarían de dicha labor.
Cada hora de huelga se traduce en pérdidas por ¢4,6 millones, mientras que los ingresos diarios proyectados dejados de percibir ascienden a ¢112.164.398.
“Estamos con nacionales primeramente y esa es la parte en la que estamos”, comentó.
Tras la toma de los puertos, diferentes grupos montaron bloqueos en Pueblo Nuevo, Colina y Cieneguita, pero fueron levantados en cuestión de minutos por la Fuerza Pública.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
CRÉDITOS: Fotos: Marvin Carvajal/Isaac Villalta/ Manuel Zamora
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Jueves 23 Octubre, 2014
HORA: 12:00 AM
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