Carlos Polanco es el pulpero más antiguo de Puerto Jiménez, donde llegó en 1955, luego de que le pasara la fiebre del oro. A sus 100 años es testigo de que el trabajo es la única forma de salir adelante.
“Ellos (sus papás) han hecho de todo y son ejemplo de trabajo y dedicación a sus hijos”, destacó Ercilia Polanco, una de sus hijas.
El 5 de setiembre 250 personas entre familiares y amistades se reunieron con el fin de celebrar que don Carlos Polanco está todavía de pie a sus 100 años de vida.
“La pulpería la atiende un sobrino pero él siempre está pendiente de todo”, subraya, Ercilia, quien recuerda cuando sus padres transportaban a los vecinos desde Puerto Jiménez hasta Quepos.
Según recuerda Ercilia sus papás cobraban por ese servicio de transporte ¢5 y doña Anita Polanco, como la conoce el pueblo, se encargaba de traer el correo al pueblo.
“Hemos hecho de todo para salir adelante”, subraya el homenajeado, quien estuvo rodeado de sus 6 hijos, 28 nietos, 51 bisnietos y 13 tataranietos.
Este roble nació en Guápiles el 4 de setiembre de 1914 y supo del trabajo duro en las bananeras, siempre atendió la pulpería junto con su esposa Anita, quien a su 98 años le acompaña en la mejor travesía de la vida; amar a sus descendientes.
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CRÉDITOS: Fotos:Sidney Browm
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Miércoles 01 Octubre, 2014
HORA: 12:00 AM
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