Minor Rodríguez, presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), manifestó que la educación dual, la virtual y el uso de unidades móviles le darán un giro importante a esa institución.
Sobre este y otros temas, se refirió Rodríguez durante una vista a DIARIO EXTRA, donde conversó ampliamente con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra y Paola Hernández, subdirectora de DIARIO EXTRA.
A continuación un extracto de la entrevista.
¿Cómo llega al INA?
-Don Luis Guillermo Solís me invitó a formar parte de su equipo de gobierno el 20 de mayo, poco después de la toma de posesión. Me tocó llegar en un momento especial porque el INA cumple aniversario el 21 de mayo. Entonces ingresé cuando estaba cumpliendo 49 años de fundación. Por eso el INA y yo en el 2015 cumpliremos 50 años. Yo soy un académico, cuando don Luis Guillermo me llama estaba dando clases en la Universidad Católica.
¿Cuándo lo llamó?
-Yo soy de Ciudad Neily, me llamó un sábado como a las 3 de la tarde. De momento uno siente la gran responsabilidad por la tarea que le están asignando. Me preguntó si podía colaborar en ese puesto, yo le dije que sí porque hay que ayudarle a las personas a conseguir trabajo. Él me reiteró que también se debe dialogar con los empresarios.
¿Cómo encontró la institución?
-Es una institución muy grande con una proyección nacional importante, por ello uno no puede definir un plan de trabajo en pocos días, hay que conocer a las personas y ver qué está en proceso para este año y lo que se puede hacer para mejorar los años siguientes. El INA está conformado por 3.025 funcionarios de los cuales un gran porcentaje son administrativos y cerca de 2 mil son instructores o profesores.
¿Cómo está en las finanzas y en lo educativo?
-De primera entrada me encontré con una institución muy saludable. El INA tiene desde el año 2013 una calificación de la Contraloría General de la República como el primer lugar en la ejecución del presupuesto, en administración y atención al cliente. Se le evaluó en 7 rubros con un grupo grande de instituciones y quedamos en primer lugar. Eso me da una referencia de que estoy llegando a una institución bastante ordenada. Otro elemento a considerar es que el INA tiene sello de calidad ISO 9001 y eso uno sabe que es un proceso que implica registrar tiempos, así como reuniones para cumplir con una serie de procesos y también es un síntoma de buena salud.
¿Todo es color rosa?
- Hay cosas que se deben de mejorar, por ejemplo, en la primera revisión del mapa de Costa Rica y la ubicación de nuestros centros de formación me encuentro que el 80% están concentrados en las provincias centrales y apenas unos 10 están distribuidos en la zona sur, norte o costera. Eso me da un mal síntoma que es una institución muy concentrada. Tal vez esa concentración responde a una lógica de la población, pero me preocupa porque las zonas periféricas son las que tienen menor índice de desarrollo humano y no las estamos atendiendo. A partir de ahí pues uno va tomando algún tipo de proyección.
¿A quiénes les corresponde atender?
-La Ley del INA dice que debemos atender a la población de 15 a 65 años, entonces debemos darle servicio a cerca de 3 millones de personas. Con 2 mil instructores y 65 centros de formación nunca vamos a atender a esa cantidad de gente. Una conclusión lógica es que la demanda supera en mucho las capacidades instaladas del INA. ¿Qué hacemos para dar un mejor servicio? ¿Cómo continuar con lo que tenemos y llegarle a más personas? Para eso ya tenemos algunas ideas.
¿Qué hace falta?
-Se requiere mayor prospección, estamos seguros que los recursos invertidos no han cumplido el objetivo de ayudar a las personas a acceder al trabajo. Por ejemplo, hay mucha gente que ha hecho un curso de belleza pero nada más. No hay una buena prospección lo suficientemente útil para decir, por ejemplo, cuántos técnicos ocupa el sector agropecuario y en qué especialidades. Lo mismo ocurre en los sectores de industria y turismo. Se requiere esa información para responder de una mejor manera, esa es una tarea pendiente. Las empresas que se dedican a hacer esa clase de estudios cobran caro. Vamos a ver cómo lo logramos, hace falta tener ese dato.
¿Qué proyectos están en camino?
-Con respeto a los servicios encuentro que en el INA hay proyectos de infraestructura y equipamiento, por ejemplo ya está todo listo para construir las unidades regionales de Cartago y Heredia. Esto quien decir que en un máximo de dos años, si no pasa nada con las apelaciones, podríamos inaugurarlas. Veremos cómo hacemos para la contratación del personal, porque existe una disposición a congelar las plazas. No obstante, creo que eso se puede negociar con el Ministro de Hacienda pues se trata de un tema de educación el cual debe ser prioritario. Lo ideal sería abrir con nuevas plazas y no desplazar las que tenemos.
¿Cómo trabajan los centros de formación?
-Nosotros quisiéramos que los centros de formación estén trabajando de 7 de la mañana a 10 de la noche, pero no tenemos esa cantidad de profesores. Entonces usted llega a estos centros y se pregunta por qué están despoblados. Uno quisiera verlos llenos, pero con 2 mil instructores no lo puedo hacer, se necesitan muchos más. Recordemos que el Ministerio de Educación tiene 60 mil educadores. Dialogando con el Ministro de Hacienda analizaremos hasta dónde es posible crecer con nuevas plazas.
¿Cuál podría ser la solución?
-Hemos encontrado algunas sin necesidad de incrementar mucho la planilla. Una que nos va a ayudar mucho es el INA virtual, en ese proceso estamos. Nos colaboran varios expertos, entre ellos Radio Neederland, para hacer un diagnóstico de lo que tenemos para echar andar un proyecto que nos permita ofrecer una plataforma robusta, dinámica, interactiva, llamativa y útil para que los costarricenses desde cualquier parte del país puedan matricular y llevar los cursos. La idea es tener un centro de servicios virtuales que tenga su propia autonomía. Por supuesto la modalidad presencial continuará igual.
¿Cuál es otra solución?
-La otra idea es usar las unidades móviles. Es un vehículo parecido a un autobús equipado con las máquinas que se ocupan para dar las clases y se transforma en aula. Llega a las comunidades y puede estar ahí un par de meses y luego pasa a otra comunidad. Puede ser que en la mañana trabaje en un lugar y en la tarde en otro. Con ello quienes llevan cursos en forma virtual podrían aplicar la teoría en una unidad móvil. Espero poder comprar 3 o 4 unidades móviles por año para terminar con una cantidad que nos permita hacer un buen trabajo.
¿Hay más proyectos en camino?
-Tenemos mucha esperanza en la formación dual. Hay una ley que está por salir la cual nos permitirá usar esta modalidad. Los sectores productivos tienen mucha esperanza. Será una oportunidad que se dará a los muchachos para que en una empresa de verdad ellos aprendan. Tenemos expectativas porque un aparato tecnológico pasa por adjudicaciones y apelaciones durante mucho tiempo y tal vez al final la máquina se hizo obsoleta, la tecnología se modifica muy rápido. Las empresas tienen esa tecnología, por eso cuando los muchachos van a trabajar lo hacen con máquinas de verdad y equipo nuevo. Ahí se formarán con teoría y práctica juntas.
¿Tienen quejas sobre la apertura de los requisitos?
-Explicaciones de que el INA no abre las puertas a todas las personas sin distingo de grado educativo son infinitas. Son 3 millones de personas a las que hay que atender pero solo tenemos 2 mil profesores, no podemos atender a todos. Siempre va haber alguien que dice: yo no pude entrar porque no tenía la edad o no tenía noveno año, o quizá porque el centro de formación les queda muy lejos; las quejas son infinitas. Uno lo entiende, pero no es el INA que antojadizamente pone una norma para que la gente no pueda entrar y crear una barrera a los estudiantes. Hay algunas carreras que necesitan edad y cierto nivel académico para que puedan darse y responder a un sector productivo. No podemos bajar los requisitos.
¿Qué pasa con los problemas de los proveedores?
-Hace poco se hizo un esfuerzo para invitar a los grandes proveedores a una charla de cómo licitar para proveer suministros al INA para los cursos de gastronomía, pero cuando les dijeron que eran apenas mil millones se fueron. Ha sido distinto conseguir un proveedor para que si el INA va a dar un curso de ensaladas en Upala, va a tener ahí las lechugas y los tomates fresquitos para que salga todo bien. Hay que recordar que todos los cursos son gratuitos y debemos poner los materiales. Ya lo logramos, ahora tenemos una empresa que sí va a cumplir, por cuanto aprobamos el nuevo manual de compras de perecederos.
¿Qué tareas hay pendientes?
-Dentro de los trabajos que tenemos en mente es realizar un mapeo de pobreza para saber en qué cantones y distritos está concentrada. Según los datos, el índice de pobreza no se ha movido, se ha mantenido estancado. Por eso pretendemos concentrar los esfuerzos para acabar con ella. Además queremos que no haya duplicidad. Antes las ayudas sociales se daban en varias instituciones, ahora queremos centralizarlas para que las personas no deban ir a una y a otra.
